Como hemos comentado hace tan solo unos mes atrás, el Nuevo Corolla llega a nuestro país en lo que será la décimo segunda entrega del sedan más vendido de nuestro país.

La principal novedad es que el noble japonés no llega solo en su versión 2.0 naftera (reemplazando al antecesor motor 1.8 al que estábamos acostumbrados), sino que también en sus formatos Hybrid XEi y SEG Hybrid equipado con una planta impulsora de 1799cc 16 válvulas que propone 98cv y 142mn.

Habiendo comentado ya sobre las diferencias que mantienen ambos modelos entre sí en lo que respecta a su mecánica, hoy nos toca hablar de aquellos puntos en los que el modelo híbrido adquiere su personalidad visual.

Aminorando la diferencia de peso potencia con su par versión naftero, se procedió a eliminar la mayor cantidad de peso posible de las versiones híbridas y esto repercute en nuestras retinas ya que se reemplazó el corriente techo del modelo por uno completamente vidriado. Esto concluye en una visión futurista que va de la mano con el concepto híbrido al primer impacto visual. 

Otro punto de inflexión es la inclusión de una rueda de auxilio de un diámetro inferior a la normal con el mismo fin de alivianar el peso final del auto y no sus costos, por lo que es tomada esta misma medida en otros modelos.

El tercer y último punto sensible al contacto visual radica en sus logos anteriores y posteriores. Si, el logo de Toyota es el mismo, pero por detrás de este asoma un halo azul ( ¿eléctrico? ) que nos da también una pauta sobre de que trata todo esto.

Por último, obviamente encontramos en la versión SEG todos los agregados de un vehículo de alta gama en su interior tales como: Asiento de conductor eléctrico, tapizados de cuero, palanca de cambios y volante forrados en cuero, computadora de a bordo con pantalla de 7’’, y velocímetro configurable entre otros detalles. En su exterior, será su imponente rodado 17’’ y las luces traseras full led las que nos brinden una versión más deportiva y futurista del modelo en su gama más alta.