Osvaldo Bessia publicó en su cuenta de YouTube un video donde cuenta la anécdota de cuando le trajo un GT40 a Gregorio Pérez Companc desde Estados Unidos. Este vehículo había corrido en las 24 horas de Le Mans.

Osvaldo Bessia es reconocido en el ambiente de los autos en Argentina porque es el constructor de Biscayne Roadster, un vehículo que tiene como referencia al Shelby Cobra. A su vez, es el fundador de Bessia Motorsport. A lo largo de su vida este ex piloto tuvo varias anécdotas dignas de ser contadas y por eso desde hace algunas semanas está utilizando su canal de YouTube para darlas a conocer. La primera fue cómo trajo un Shelby Cobra original a Argentina y esta vez la historia es sobre uno de los autos de colección más valiosos que hay en el país: el GT40.

Este vehículo llegó por pedido de Gregorio Pérez Companc, el mayor coleccionista de autos en Argentina, y Bessia tuvo mucho que ver al respecto. No se trataba de un Ford cualquiera el que fue a buscar a Milwaukee sino que era un ejemplar que había corrido en las 24 horas de Le Mans. “Fui a ver el auto a un galpón en el medio de la nada y sale un señor llamado George Stauffer para mostrarme cuál era el auto”, comenzó con el relato, que tiene dos partes, Bessia.

Tenía dos a la venta y los dos había corrido en Le Mans. Pero el que estaba ofreciendo había andado sólo cuatro vueltas porque se le prendió fuego la rueda delantera derecha. Atrás tenía un golpecito que no se lo había sacado nunca porque lo había golpeado una Coupé Daytona”, agregó Bessia. Quien después de conocer al vendedor del GT40 salió a probar y a disfrutar de sus más de 400 caballos de fuerza.

Luego de chequear la veracidad del vehículo, Bessia tomó la decisión de traer ese GT40 a Argentina. “Hable con una gente de Aerolineas Argentinas en Milwaukee y le avisé que iba a mandar un auto para que carguen en un avión en Miami. Le hice hacer una funda espectacular. Así vino el auto pero en el avión le robaron la funda. Cuando llegó a Ezeiza el entusiasmo era terrible”.

La historia del GT40 que corrió en Le Mans y que llegó a Argentina para Pérez Companc

Cuando llegó y Bessia pudo hacer que le entregue el auto se lo llevó a Pérez Conpanc a su casa en Escobar. “Fue el viaje más lindo que hice con mi camioneta y el GT40 atrás. Era emocionante, tenía los ojos llorosos. Llegué a la casa de este hombre y él se pone a desatar el auto a las 11 de la noche lloviendo. Yo quedé impresionado”.

Esa fue la última vez que Bessia vio ese Ford GT40. “Perdí todo tipo de contacto con esa gente pero haber sido parte de ese sueño de un apasionado de los autos me enorgullece. Hice cosas que no me las quita nadie”. Ese auto fue exhibido algunas veces en Autoclásica y a su vez cambio el color original, el cual era blanco y pasó a ser azul.