Estamos situados en un contexto donde el avance y el crecimiento hacia otro paradigma es algo constante en nuestros días. Ya no deslumbra ver un auto eléctrico por la calle o recargando sus baterías en estaciones de servicio, o ver por nuestro querido Buenos Aires a la gente transportándose en mono patines eléctricos.

De simples juguetes a vehículos de movilidad urbana que han ido proliferando por nuestras calzadas y veredas en un tiempo récord. Comprar un mono patín eléctrico hoy en día es una tarea ardua, no solo por características como el peso soportado, la autonomía o la velocidad punta, sino también por la legislación vigente y la que está por llegar.

Con la vitola de ser el heredero del mono patín eléctrico más visto en las calles, Mi Electric Scooter Pro aterrizó en el mercado manteniendo la esencia del modelo estándar, aunque con pequeñas pero importantes mejoras respecto al anterior en tres facetas esenciales: diseño, autonomía y potencia. Y son estas las que lo posicionan como el más reomendado.

Gracias a su enorme popularidad, pocos de estos vehículos han sufrido un escrutinio tan exhaustivo a nivel de diseño. Y se nota en pequeñas mejoras como su sistema de cierre, un reposa pies más grande y una barra de dirección más gruesa, que en conjunto consiguen un vehículo que combina la comodidad y estabilidad para el uso urbano con un toque deportivo. Estamos ante un diseño consolidado que sirve como referencia, y eso se nota echando un vistazo a otros modelos analizados.

Prácticamente todos los ejemplares analizados tienen pantalla, pero el panel del Pro es de las que mejor se ve en la luminosidad del día, proporcionando una interfaz ágil para conocer el modo de uso, velocidad o batería. Esta mejora respecto al modelo estándar hace que hace que la app pase a un segundo plano. No obstante, la aplicación de los Xiaomi es la más completa en cuanto a información y funcionalidad, con opciones como el bloqueo o la contraseña.

El Xiaomi Mi Electric Scooter Pro se desmarca del resto por su autonomía, ofreciendo casi 10 kilómetros más que el resto, de modo que es posible hacer más de 35 kilómetros con una conducción urbana totalmente despreocupada. Esto posibilita poder usarlo en largas distancias o cargarlo con menos frecuencia. Eso sí, cargarlo es una tarea más bien para cuando estamos en casa, dado el tiempo que requiere.

Su conducción es fácil y de ello tienen la culpa tanto sus líneas y su estabilidad como las posibilidades de personalización en aspectos como los modos y la frenada. Su conjunto de freno re-generativo y de disco funcionan a la perfección. Por cierto, los patinetes de Xiaomi son los únicos que permiten ajustar la frenada desde la aplicación.

Otro de los puntos fuertes del Xiaomi Mi Electric Scooter Pro es su músculo. Sí, la mayoría de los mencionados vehículos eléctricos con vocación urbana están limitados a 25 km/h por una cuestión legislativa, pero el Pro es uno de los más potentes y lo notaremos en la salida, adelantamientos y cuestas.

Pero no es perfecto: es voluminoso y el más pesado (consecuencia directa de su gran batería) con casi un kilogramo más que el anterior. En él no se aprecia su contundencia, pero para llevarlo en brazos hay que estar fuerte y/o hacer traslados cortos.

Su precio es de 469 euros y lo coloca entre los modelos más caros, pero dadas sus características su relación entre prestaciones y coste no es elevada, ya que es capaz de competir de tú a tú frente a otros de mayor precio.