Dentro del libro Porsche Unseen, que incluye 15 prototipos de diseño que hasta ahora eran secretos, la marca alemana mostró un diseño futurista para lo que podrían ser los autos en un tiempo.
Hace un tiempo Porsche mostró un libro llamado “Porsche Unseen” donde ahí muetra 15 prototipos de diseño que hasta el momento eran secretos. Más allá de los diseños exteriores, la firma mostró lo que podrían ser los interiores para los autos del futuro. A su vez, se explica cuál es la mecánica para diagramar la parte de adentro de un vehículo. El que más llama la atención es el del Renndienst, un monovolumen para hasta seis pasajeros, cuyo nombre hace referencia al Volkswagen Transporter Renndienst.
Para crear un interior, los diseñadores de Porsche destacan que hay que hacerse las siguientes preguntas: ¿es lo bastante modular para adaptarse a nuevas circunstancias de vida unos años después de la compra?, ¿puedo hacer actualizaciones a distancia y a cualquier hora?
Una de las claves que serán más demandadas hace referencia a la modularidad. En el momento de conducir el puesto de mando debe ser similar al de cualquier otro automóvil. Pero cuando esto no ocurra el asiento del conductor se puede girar 180 grados y orientarse hacia el resto de los pasajeros. Se trata de una idea que los diseñadores de Porsche califican de básica pero que aun así llevan desarrollando durante aproximadamente un año.
Otra de las características hace referencia al ya imprescindible estilo de vida digital y a la relación entre conductor, pasajeros y vehículo, algo que ya se implementó en cierta medida en el Porsche Taycan, donde “hemos mostrado hasta qué punto somos capaces de pensar hacia delante”, afirmó Van Hulten, Director de Diseño de Experiencia de Usuario (UX), de 43 años, quien añadió “ahora trabajamos en lo que puede ser la siguiente innovación integral. Para ello, hemos pensado y trabajado desde dentro hacia afuera”.
Otra característica que se proyecta es un diseño de las ventanillas laterales asimétrico que permite que un lado esté cerrado y los pasajeros pueden recogerse en él, mientras que el otro tiene un gran panel de vidrio que permite mirar hacia el exterior. De esta forma al cerrar las puertas el habitáculo de este Porsche da la sensación de ser una cápsula protectora, señalan los diseñadores.
El objetivo es crear una sensación de protección y confort para un interior modular. Los pasajeros de la primera fila se sientan a derecha e izquierda en asientos envolventes ergonómicos. Disfrutan de esta forma de una vista sin obstáculos hacia delante y hacia sus propias pantallas situadas en el tablero. Los reposacabezas de la banqueta trasera son flotantes, con lo que permiten mirar por la luneta posterior. Esta configuración es posible gracias a la tecnología de propulsión eléctrica, oculta en la parte inferior, que permite optimizar la habitabilidad de los vehículos.
En cuanto a los materiales la apuesta se centra, como no podía ser de otra forma, en la sostenibilidad, con materias primas renovables como la madera, pero ahora reinterpretada y combinada con metales o plásticos reciclados.
Si hace años la madera fue desterrada de los vehículos, pronto podría llegar su regreso, aseguran, junto a los denominados materiales inteligentes, que tienen características especiales, como por ejemplo reacciones a factores externos. Pueden iluminarse por sí solos sin recibir luz directa o cambiar repetidamente de forma y adaptarse así a las necesidades ergonómicas de los ocupantes.
Otro aspecto de los habitáculos es que en el futuro, aseguran, seguirá habiendo interruptores y botones. De hecho se buscará el equilibrio entre paneles de control analógicos y digitales. En el puesto de conducción del vehículo los botones táctiles son perfectos porque no hace falta apartar la vista del camino. Sin embargo, eso puede cambiar si un día necesito hacer muchas menos cosas como conductor, es decir con la llegada del coche autónomo.