Este fin de semana se vivió un espectacular Gran Premio de Brasil que tuvo todos los condimentos para ser la carrera del año para la Fórmula 1.

Las asperezas del pelotón signaron la competencia en el final, donde Max Verstappen prevaleció sobre el resto, cómo lo había hecho durante todo el fin de semana, pero no sin antes luchar palmo a palmo con el seis veces campeón del mundo (Lewis Hamilton) quien al caer la bandera a cuadros quedaría fuera del podio por un toque que le propiciara a Alex Albon. Impidiendo así el primer podio de éste último en la máxima.

Segundo sería Pierre Gasly, un joven piloto francés que compite bajo la segunda estructura que presenta el team de la bebida energizante y que este año había sido relegado de su posición en la escuadra mayor de la marca, consiguiendo así una revancha personal.

Carlos Sainz haría lo propio siendo tercero, conseguiría su primer podio en la especialidad también y devolvería a McLaren a ese lugar tras casi seis años de ausencia. Claro que no pudo descorchar junto a sus rivales ya que, hasta dicho momento, Hamilton era el acreedor del tercer lugar. Aún así, el hijo del “Matador” (leyenda y campeón del mundo de Rally) ya se iba contento a casa luego de remontar 16 posiciones tras un gran manejo, una mejor gestión del neumático y una estrategia de antaño que llegaba desde el pitwall.

La casa de Maranello no podría ver la bandera a cuadros con ninguno de sus dos autos ya que, producto de la lucha que se desató entre sus pilotos, estos terminaron golpeándose y dañando sus monoplazas entre sí, pero eso ya es otra historia…

Para concluir, este será un capítulo de la máxima para revivir una y otra vez en el futuro. Se dio sobre un trazado clásico como el de Interlagos (que ya nos tiene acostumbrados a las grandes emociones) y parece que este fin de semana el suelo carioca dictó sentencia sobre todos aquellos que buscaban redención en la ante – última carrera de la temporada.