Uno de los temas del verano que estamos transitando es el de la Verificación Técnica Vehicular (VTV). Y siempre está presente la avivada criolla a la hora de hacer un trámite, descubrí el ingenio de los “coleros” en el siguiente informe.

Largas colas, extensas esperas que llegan hasta las tres horas en algunos casos, la falta de turnos programados y otras complicaciones hacen de este trámite un verdadero calvario, pero el argentino ya encontró su solución.

Este año se sumó el planteo por la presencia de “coleros”, que cuidan los coches durante la noche y madrugada hasta que abre las puertas las plantas de verificación, o bien guardan el espacio con bolsas, conos y otros elementos hasta que al día siguiente llega el rodado “contratado” para quedar entre los primeros lugares ni bien comienza la actividad en las líneas de verificación. Todo estaría tarifado, y los valores rondan entre los $250 y $1.000, dependiendo el servicio que contrate quién procure esquivar las eternas filas para controlar el rodado.

Como ocurre cada jornada, y tomando el caso de la planta de La Plata, la extensa fila arranca en 19 entre 519 y 520, recorre hasta 514 y por esta calle llega a la avenida 25. Hay días que llegan a ocupar varias cuadras por la avenida 25 hasta alcanzar la avenida 520.

¿Cómo trabajan entonces los “coleros” de la VTV? Un vecino de La Plata, que recientemente acudió a realizar el control de su auto, relató que en su llegada al predio, poco después de la medianoche, se topó con más de 100 autos delante suyo y un sinfín de espacios intermedios vacíos, marcados con baldes, conos y hasta con bolsas de residuo. El hombre descubrió que los huecos eran en realidad lugares “guardados” por los “coleros” a automovilistas que abonaron por ese servicio. Según trascendió ayer en las inmediaciones de la planta de la VTV, este servicio tiene un valor de hasta $1000.

Aseguran que, pasadas las 6 de la mañana, ya hay más de diez cuadras de autos en fila. Los denominados “coleros”, en su mayoría jóvenes, llegan vestidos con chalecos oscuros o fluo y pasan toda la noche allí e incluso algunas horas de la mañana “cuidando” coches o bien regenteando los espacios reservados para quienes prefieren evitar las prolongadas esperas en condiciones incómodas, a veces con temperaturas realmente agobiantes propias de esta época del año.

Para los vecinos que hemos podido contactar, esto es una locura y lo hacen saber. A la mañana se producen discusiones entre automovilistas que esperaron durante toda la madrugada y quienes llegan más tarde a ocupar los lugares que pagaron a los “coleros”.

“No hay presencia policial ni de inspectores municipales. Una vergüenza. Cualquiera se adueña de la calle y ahora lo hacen con la VTV. Me lo dicen los mismos empleados de la planta”, se quejó uno de los vecinos consultados.
Ademas, se ofrecen distintos servicios en las inmediaciones de cada VTV del país. Desde la venda de alimentos y bebidas, pasando por botiquines y chalecos para el auto, hasta aquellos que ofrecen retirar la oblea vieja para así poder colocar la nueva por una módica suma de dinero.

La presencia de las largas colas generan también riesgo para el tránsito de la zona, ateniéndonos a este caso esto se da principalmente en la calle 514, donde la cola de autos estacionados reduce la calzada y apenas se puede circular.

Una de las razones por las que se cree que se forman larguísimas colas de usuarios es que mucha gente llega desde distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires a la planta de mencionada ya que es una de las pocas que no exige turno como condición necesaria para verificar el buen funcionamiento del automóvil.