La marca francesa está vendiendo todas sus acciones en su empresa conjunta con su socio chino. Sin embargo, la continuidad de Dacia Spring pareciera no correr peligro.

La crisis que provocó el coronavirus en la industria automotriz sumado a los cambios importantes que hubo en las autoridades en la cúpula de Renault hicieron que la marca francesa tenga que tomar decisiones importantes en los últimos días. Luego de la fuga de Carlos Ghosn y la llegada de Luca de Meo (ex máximo responsable de Seat) como nuevo Ceo del Grupo Renault se le agregó que la empresa gala tomó la determinación de alejarse del mercado chino, donde estaba apostando fuerte.

Esta semana Renaul publicó un comunicado donde anunció que está vendiendo  sus acciones en la joint-venture que la marca del rombo gestionaba junto a su socio chino Dongfeng dentro del atrapante mercado del gigante asiático. Asociarse con un fabricante local es lo que habitualmente las marcas extranjeras realizan para poder ingresar al mercado chino.

Esta determinación viene luego de que la alianza Renault-Nissan anunciar un replanteo en su estrategia, la cual plantea que una de las dos marcas asociadas apueste más recursos y proyectos a un mercado específico. Por tal motivo, en China esa tarea estaría a cargo de Nissan.

Las ventas de Renault en el mercado chino no acompañaron a los intentos de la marca del rombo y los planes de Carlos Ghosn con el acuerdo cerrado con Dongfeng en 2016. El objetivo que tenía la empresa gala era tener una cantidad de ventas de 800 mil unidades en China. Sin embargo, el año pasado solamente se alcanzó el número de 179.571 según la publicación de Auto Moto.

A pesar de la venta de acciones, habrá modelos de la marca que continuarán estando en el mercado como por ejemplo el Renault City K-ZE, primo cercano de Dacia Spring. Además, gracias a su asociación con Renault Brilliance Jinbei Automotive el “Rombo” continuará su presencia en China fabricando vehículos comerciales ligeros y coches eléctricos.