Al estar “lejos de ser seguro” los organizadores decidieron cancelar la edición 2021 del Salón de Ginebra y posponerla para el 2022. Esto le dará un respiro también a las automotrices.

La pandemia con su amenaza constante sigue haciendo mella en el mundo automotriz y en los grandes eventos mundiales que se realicen entorno a él. Se sabe que para este año no habrá ninguno y las ediciones que estaban previstas a futuro también empiezan a estar en duda. Tal es así que desde el Salón de Ginebra ya confirmaron que tampoco abrirá sus puertas en el 2021.

El Comité y Consejo de la Fundación del evento aseguró que está “lejos de ser seguro” en cuanto a los terminitos de salud. Esto se suma a que las distintas empresas automotrices necesitan un respiro económico y había pedido posponer esta cita para el 2022. Los históricos organizadores de este evento aseguraron que en una encuesta la gran mayoría declaró que no participarían de la edición 2021 y que preferían posponerlo para el 2022.

Toda esta problemática se suma a que desde hace bastante tiempo que se piensa que los salones del automóvil no son lo suficientemente rentable para las marcas. A su vez, las empresas encontraron en estos tiempos que via streaming y pequeños eventos se pueden presentar sus últimos vehículos sin tener que desembolsar una importante suma para poner un stand.

La otra noticia en torno al Salón de Ginebra es que los derechos de la organización fueron vendidos al recinto ferial de la ciudad de suiza, Palexpo SA. Además, decidieron rechazar la ayuda financiera del Cantón de Ginebra para cubrir las pérdidas causadas por la cancelación del evento, estimada en 11 millones de francos suizos (unos 10,2 millones de euros), y para ayudar a preparar una nueva edición. La razón de esta decisión radica en que tendría que devolver parte del préstamo antes que pudieran generar fondos.

Vale recordar que la edición 2020 del Salón de Ginebra se canceló a muy pocos días de que abriera sus puertas. En ese momento el Gobierno suizo había decidido prohibir todas las concentraciones públicas y privadas con más de 1000 personas para evitar la propagación del Covid-19. Esta determinación fue un impacto económico muy grande para todas las marcas que iban a exponer.

Con este contexto no quedará otra que esperar hasta el 2022 para que el Salón de Ginebra vuelva a brillar. Este evento es el más grande que se realiza en Suiza y tiene un impacto económico de 187 millones de euros en cada una de sus ediciones.