Dodge decidió agrandar la familia de los Challenger con una nueva bestia de 818 caballos de fuerza llamada Super Stock, la cual se posicionará sólo por debajo de la versión Demon.
Si hablamos de autos bestiales a lo largo del mundo es muy probable que en la lista figure el Dodge Challenger. Este vehículo americano se ganó ese lugar por su aspecto robusto y sus terribles prestaciones. Pero la firma siempre quiere más y por eso sacó una nueva variante llamada SRT Super Stock. Ese modelo no sólo tendrá cambios en su estética sino que es que sitúa entre las versiones más radicales quedando sólo por debajo del SRT Demon.
Es más este SRT Super Stock tiene mucho parecido con el SRT Demon. Sin embargo, hay algunas diferencias como el paquete aerodinámico con un capó con doble entrada de aire en lugar del enorme Airgrabber del Demon, y en este caso se incluye un gran splitter delantero y alerón trasero fijado a la tapa del baúl.
El motor es un viejo conocido ya que se trata del 6.2 litros V8 HEMI sobrealimentado mediante un compresor de 2.7 litros, la misma configuración que utiliza el Challenger SRT Hellcat Redeye, pero con algo más de potencia: 818 CV y 958 Nm de par motor. Además, las revoluciones se elevan a 6400. La potencia va destinada a las ruedas traseras gracias a una transmisión de ocho velocidades automáticas y un diferencial trasero de deslizamiento limitado.
Con todo esta mecánica el SRT Super Stock puede pasar en 3,25 segundo de 0 a 96 km/h y alcanzar una velocidad máxima de 270 kilómetros por hora, limitados por los neumáticos que porta. Precisamente en las ruedas y el chasis se encuentran los ‘grandes’ cambios de este SRT Super Stock, puesto que pasa a utilizar los neumáticos Nitto 315/40R18 para carreras de aceleración pero homologados para la calle montados sobre llantas de aleación ligera de 18 pulgadas.
Las suspensiones fueron configurados para mantener la tracción al máximo y transferir la fuerza del motor al suelo evitando el deslizamiento, dentro de lo posible. Se emplean los mismos amortiguadores Bilstein adaptativos que en el Demon pero recalibrados, con tres modos (Street, Sport y Track). Los frenos también han sido reforzados con material Brembo: pinzas fijas de cuatro pistones mordiendos discos de 14,2 y 13,8 pulgadas.
El rendimiento superlativo también viene de la electrónica que sirve por demás para las pistas en línea recta, incluyendo asistente de arranque, launch control, bloqueo para burnouts, sistema de refrigeración de carreras y otros gadgets. No equipa el sistema ‘trans brake’ del Demon, así que el demonio sigue siendo más rápido con una marca de 9,65 segundos en el cuarto de milla.
Lo último es conocer su precio. El Dodge Challenger SRT Super Stock tendrá un valor de 81.090 dólares. Se producirán 3300 unidades del mismo.