El Targa no podía faltar en la nueva generación del Porsche 911. Es la versión más peculiar que siempre tuvo este deportivo y ahora está la versión 2020, la cual mezcla el pasado y la tecnología del presente.

Poco a poco se fueron conociendo las diferentes versiones del Porsche 911 992, la última generación de este modelo emblemático de la marca alemana. Ya se habían develado los modelos Cabriolet, Speedster y Turbo. Pero faltaba uno que es muy peculiar y se lleva más de un suspiro de los fanáticos de la fima, el Targa. La puesta a punto de este vehículo fue lo que retrasó su lanzamiento, ya que los últimos detalles se terminaron de pulir en el circuito de Nürburgring. En el se puede apreciar la tecnología del presente con algunos detalles del pasado.

La característica que sigue diferenciando al Targa con otras versiones del Porsche 911 es su sistema de techo. Al igual que el modelo original de 1965, se destaca por su típica barra antivuelco ancha. También por una sección de techo sobre los dos asientos delanteros que puede desplazarse y una ventana posterior envolvente. La apertura y el cierre del techo se realiza en apenas 19 segundos y es verdaderamente muy cómodo. El proceso es completamente automático.

El Targa 2.0 de 1965 fue un modelo muy importante en la industria automotriz. Está versión creo un concepto independiente y se convirtió en un ícono gracias a su comercialización, donde se lo vendía como un “descapotable seguro con barra antivuelco”. En este modelo, se combinan dos cosas muy destacables: la posibilidad de conducir al aire libre con un descapotable más la comidad y seguridad de un típico coupé.

El motor del 911 Targa 4 es un bóxer de seis cilíndros y tres litros que alcanza los 385 caballos de fuerza con la ayuda de dos turbocompresores. Con esto más el pack opcional Sport Chrono puede acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 4,2 segundos, una décima más veloz que el modelo anterior. A su vez, posee 450 Nm de par, el cual va de las 1950 a las 5000 rpm.

En tanto, la versión Targa 4S tiene 30 caballos más que el “común”, o sea 450 en total. Con el mismo pack mencionado anteriormente pasa en 3,6 segundos de estar detenido a los 100 kilómetros por hora. La velocidad máxima es de 289 km/h y el 4S de 304. La máxima versión cuenta con 530 Nm de par disponible entre las 2.300 y 5.000 revoluciones por minuto.

Las dos versiones están equipadas con las transmisiones PDK de doble embrague y ocho marchas. Además, lleva instalado de serie el sistema Porsche Traction Management de tracción integral. Existe una alternativa para el Targa 4S de poder elegir la nueva caja de cambios manuales de siete velocidades. Allí se incluye el pack Sport Chrono.

El Porsche InnoDrive también está disponible para las dos versiones, este integra el control de crucero adaptativo. La función Smartlift fue mejorada. Con ella se puede jugar con la altura al suelo. Se puede programar para levantar el frontal, algo muy útil para ingresar a un garaje. Con una gama de elementos se puede completar la lista de opciones de Porsche Tequipment. También nuevas alternativas de Porsche Exclusive Manukaktur, el departamento de personalización de la firma.

De serie cuenta con un sistema de amortiguación variable controlado electónicamente. Con él se ajusta automáticamente las características de la amortiguación dependiendo si se utiliza el modo Normal o Sport. El Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus), que incluye un diferencial autoblocante electrónico trasero para distribuir el par, se añade al equipamiento estándar del Targa 4S y es opcional en el Targa 4. Como las otras variantes de la octava generación del 911, el Targa también cuenta con el modo Wet de serie, para uso con la carretera mojada.

Si hablamos de neumáticos hay que mencionar unos 235/40 ZR sobre llantas de aleación de 19 pulgadas en el eje delantero. En tanto, en el trasero se utiliza una medida 295/35 ZR de 20 pulgadas. En el Targa 4S esto también cambia, ya que para la parte delantera usa 245/35 ZR con llantas de 20 y trasera 305/30 ZR con 21 pulgadas.

Cuatro discos de 330 milímetros con pinzas monobloque fijas de cuatro pistones en color negro son los frenos que trae el Targa 4. En tanto, las pinzas son rojas en el 4S y tienen seis pistones delante y cuatro detrás, con discos que miden 350 milímetros en todas las ruedas. El sistema de discos cerámicos Porsche Ceramic Composite Brake (PCCB) se puede pedir como opción.

Yendo al exterior hay que destacar que el 911 Targa tiene varias cosas de la generación 992. Comparándolo con su antecesor, la carrocería cuanta con unos pasos de rueda bastante pronunciados delante y, entre los fatos led, el capó se distingue por un rebaje que recuera a de las primeras series del 911. En la parte de atrás se destaca un alerón más ancho regulable como, así también, una tira de luces integrada en los pilotos. Con la excepción de las secciones frontal y la trasera, todos los paneles de la carrocería están hechos de aluminio.

El interior es idéntico al de los modelos 911 Carrera y destaca por las líneas rectas y limpias del salpicadero, con el cuadro de instrumentos integrado. Porsche se inspiró en los 911 de los años setenta. Junto al característico cuentarrevoluciones central se encuentran dos pantallas sin marco que se pueden configurar. Asimismo, un pequeño panel con cinco botones, situado por debajo de la pantalla de 10,9 pulgadas del Porsche Communication Management (PCM), da acceso directo a las funciones más importantes del vehículo. Este PCM es de serie e incluye la navegación online basada en los datos de la nube, así como el sistema Connect Plus.

Agosto es el mes para que el nuevo 911 Targa saga al mercado en sus dos versiones. El Targa 4 costará aproximadamente 147.608 euros. En tanto, el 4S valdrá 165.255.