La variante Delta está presente en 185 países. Cuáles serían los riesgos de abandonar el barbijo.

La pandemia de coronavirus no terminó. En medio de la vigencia de la variante Delta y circulando en 185 países del mundo, llamó la atención ayer el anuncio del gobierno argentino de flexibilizar algunas medidas preventivas de contagios de COVID-19. La más polémica, sin dudas, es la no obligatoriedad del uso del barbijo al aire libre. “Levantamos la obligatoriedad del uso del tapaboca al aire libre, sin personas alrededor ni en aglomeraciones”, informó la ministra de Salud, Carla Vizzotti. Por la tarde, debió aclarar que las medidas anunciadas comenzarán a regir desde el 1° de octubre.

Para Nación, su uso era solamente una recomendación, mientras que para la Ciudad de Buenos Aires y otros 14 distritos era obligatorio su uso. Vizzotti aclaró que el uso del barbijo “continúa siendo obligatorio en lugares cerrados (aula, cine, teatro, ámbitos de trabajo, transporte público, espectáculos y eventos masivos) y al aire libre cuando hay aglomerados de personas”. La medida regía desde mayo de 2020, casi dos meses después de iniciada la pandemia.

Barbijo

Esta medida fue cuestionada por varios infectólogos y algunas provincias o jurisdicciones, como la ciudad de Buenos Aires, Salta y Jujuy, que consideran que la pandemia no se terminó y que el uso de barbijos o tapabocas previene efectivamente los contagios y su uso continuará siendo obligatorio. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hoy decidió no acatar la recomendación de la Casa Rosada y mantener el uso obligatorio de tapabocas tanto al aire libre como en lugares cerrados. 

El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, informó: Creemos que todavía no es el momento de quintarnos el barbijo. Sabemos que en el espacio abierto la contagiosidad es mucho menor, pero en la Ciudad pretendemos llegar al 70% de la población con las dos dosis de la vacuna antes de tomar este tipo de medidas”, explicó en radio Con Vos. “Las estrategias adoptadas tomadas por otros países puede ofrecer una perspectiva interesante de la cual nos podemos nutrir para saber si las medidas anunciadas a nivel nacional son las correctas”, agregó.

El vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, Roberto Debbag, fue uno de los expertos que mostró dudas respecto a los anuncios del gobierno. “No hay pospandemia. Estamos en pandemia. Hay aperturas que no se discuten, como la escolar, la de aeropuertos bajo controles adecuados. Pero el hecho de liberar barbijos se puede analizar un poco más. Y eso tiene que ver con la situación epidemiológica. Falta vacunar a 2,5 millones de personas con la segunda dosis para alcanzar el 50% con esquema completo”, explicó.

Barbijo

Otros países en el mundo ya transitaron estas medidas y debieron volver a implementar restricciones. El 15 de septiembre, Inglaterra, con el 53% de la población vacunada con el esquema completo, experimentó un pico de la variante Delta. Israel, con el 60% de vacunados con dos dosis, el 3 de septiembre hizo pico de Delta. Lo mismo pasó en Estados Unidos este mes. Cuando hablamos de la experiencia mundial, debemos aprender de ella”, aseguró el experto.

Y agregó: “Las libertades deben ser dadas en pandemia bajo protocolos de seguridad”. El incremento del ritmo de la vacunación hizo que muchos países comenzaron a prescindir de la principal herramienta de cuidado, el barbijo. En muchos países europeos, el uso de barbijo al aire libre no es obligatorio. Pero en ambientes públicos cerrados o privados sí. Lo mismo en transporte. Las medidas de flexibilización arrancaron en junio en Italia, Francia, España, Portugal y Bélgica. Reino Unido lo liberó el 19 de julio.

“El uso de tapabocas será voluntario en todos los entornos”, anunció el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson. Los ministros creen que el programa de vacunación ha ayudado a disminuir el vínculo entre los casos del virus y las admisiones hospitalarias. “Si no podemos abrir nuestra sociedad en las próximas semanas, debemos preguntarnos cuándo podremos volver a la normalidad”, dijo Johnson en una conferencia de prensa.

Barbijos en la calle: qué países dejaron de usarlo y por qué algunos tuvieron que volver a implementarlo

En el caso de España, la situación fue variando. “Este será el último fin de semana con mascarillas en los exteriores, porque el próximo 26 de junio ya no las llevaremos en espacios públicos”, anunció a mediados de junio último el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. “Nuestras calles y nuestros rostros recuperarán en los próximos días su aspecto normal”, agregó. La medida liberatoria comenzó a regir cuando el 47% de los 47 millones de españoles ya había recibido al menos una dosis y casi el 29% ya estaba completamente inmunizado.

Un mes después, con la variante Delta circulando, una explosión de casos repentina relacionada con la relajación de las medidas y con el regreso de los viajes de egresados descontroló las cifras de enfermos. España contó más de 50.000 casos en tan solo una semana, lo que generó que en la región de Cataluña, el País Vasco y las islas Baleares, que desde el 9 de julio se aplicaran nuevas normativas para volver a la obligatoriedad del uso del tapabocas en la vía pública. En agosto bajaron los casos y la opción de usarlo al aire libre es voluntaria.

En los Estados Unidos, los CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) señalaron que las personas que estén completamente vacunadas dejarán de usar mascarilla, incluso cuando no se pueda garantizar la distancia. Eso sí, todavía seguirá como forma obligatoria en aviones y en hospitales, además de ciertos lugares de trabajo. La mayoría de las nuevas infecciones en Estados Unidos continúan ocurriendo entre personas no vacunadas.

Barbijo

Las llamadas infecciones posvacuna, que generalmente causan malestares más leves, pueden ocurrir en personas ya inoculadas. “Cuando predominaban las variantes anteriores del virus, se encontró que las personas vacunadas infectadas tenían niveles bajos de virus y se consideraba poco probable que propagaran mucho la enfermedad”, explicó la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC. Durante gran parte de la pandemia, los CDC han recomendado a la población ponerse el cubrebocas al aire libre y mantener una distancia de unos dos metros. 

En abril, cuando avanzaba la campaña de vacunación, el organismo relajó las normas y declaró que ya no era necesario el cubrebocas a menos que las personas estuvieran en espacios cerrados o en medio de una multitud. En mayo las relajó aún más, afirmando que quienes estuvieran totalmente vacunados ya no necesitaban la mascarilla ni siquiera en medio de una multitud o en interiores, en la mayoría de casos. Durante semanas disminuyeron los casos de COVID-19 junto con las hospitalizaciones y muertes.

La tendencia comenzó a cambiar al inicio del actual verano boreal al propagarse la contagiosa variante delta, especialmente en áreas donde gran parte de la población no estaba vacunada. Israel, el país del mundo donde más avanzada va la inoculación con un 82% de la población, ya eliminó el uso de la mascarilla en el exterior, aunque en interiores sigue siendo obligatorio, por la incertidumbre de la evolución del virus. Brasil y Uruguay, también el uso de tapaboca genera polémica. El 10 de junio último, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que el uso de tapaboca y barbijos no sea más obligatorio para los vacunados y los contagiados recuperados.

Barbijos en la calle: qué países dejaron de usarlo y por qué algunos tuvieron que volver a implementarlo

Con el riesgo de una tercera ola en Brasil en una decena de estados con colapso hospitalario por el aumento de internados por COVID-19, Bolsonaro declaró: “Hablé con el ministro de Salud y él va a hacer una resolución para que no sea más obligatorio el uso de barbijo para quien ya tuvo coronavirus o está vacunado. Ese símbolo es para quien está infectado”. El Gobierno de Uruguay analiza no exigir el uso de barbijo al aire libre, según lo adelantó su presidente, Luis Lacalle Pou. La norma aún no está vigente.

Países como Finlandia, Dinamarca, Suecia, Noruega, Australia, Polonia y Hungría permiten estar al aire libre sin tapabocas. Alemania ha sido bastante más flexible, incluso en momentos graves, cuando solo se obligaba a llevarlo en sitios cerrados, transporte público o si había aglomeraciones.