La contribución de la Fundación Bill y Melinda Gates, va a  financiar 300 millones de unidades de la vacuna que AstraZeneca desarrolla en base investigaciones de la Universidad de Oxford.

Las organizaciones benéficas apoyadas por la Fundación Gates y la Organización Mundial de la Salud, firmaron acuerdos con la Coalición para las Innovaciones de Preparación para Epidemias (CEPI) y GAVI, la Alianza de Vacunas, para aumentar sus suministros, informó el laboratorio AstraZeneca, que lleva adelante la producción dela vacuna de la Univerisdad de Oxford. 

Gates, creador de Microsoft, es uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna de cerca de 95 mil millones de dólares (solamente lo supera Jeff Bezos, el fundador de Amazon) y se dedica a la filantropía junto a su esposa a través de la fundación que lleva el nombre de ambos. El matrimonio recibió el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional en 2006.

AstraZeneca quiere producir la vacuna en masa antes de que se demuestre su eficacia, un paso inusual para reducir el tiempo de producción de la vacuna. Además, llegó a un acuerdo de licencias con el Instituto del Suero de India, el mayor fabricante mundial de vacunas, con el objetivo de lograr mil millones de dosis de la vacuna destinadas a países de bajos y medianos ingresos.

El acuerdo incluye “un compromiso de proporcionar 400 millones de dosis a fines de 2020″, según el comunicado. Aunque no hay garantía de que la vacuna funcione, la compañía aceleró su producción para acortar el cronograma de su elaboración en caso de que resulte eficaz.

La compañía ya había adelantado la fabricación de mil millones de dosis el mes pasado, según la BBC. 300 millones de las posibles vacunas ya están comprometidas en los Estados Unidos y 100 millones con el Reino Unido, resaltó la cadena británica. Si los ensayos clínicos prueban que la vacuna funciona, las primeras dosis podrían estar listas en septiembre.

El presidente ejecutivo de AstraZeneca, Pascal Soriot, afirmó que “estamos trabajando incansablemente para honrar nuestro compromiso de garantizar un acceso amplio y equitativo a la vacuna de Oxford en todo el mundo y sin fines de lucro”.

Todavía no se ha podido confirmar la eficacia de la vacuna, denominada AZD1222, aunque Soriot anticipó que, probablemente, la compañía podría tener una certeza en agosto. Richard Hatchett, director ejecutivo de CEPI, admitió, por su parte, que había un “riesgo sustancial” al invertir en la fabricación de un producto que quizá no se pueda disitribuir, informó The Guardian. Mientras tanto, y según la declaración de AstraZeneca, alrededor de 10 mil voluntarios adultos están probando actualmente las Fase II / III de la vacuna en el Reino Unido.