En uno de los vuelos para repatriar a los argentinos varados en el extranjero que efectuó Aerolíneas Argentinas desde la ciudad de Madrid, un pasajero de 70 años decidió ocultar que tenía síntomas compatibles con el COVID-19. En el medio del vuelo sufrió una descompensación y tuvo que ser atendido por dos pasajeros médicos que viajaban en el avión. Según el protocolo, todos los pasajeros que viajaron con él deberán ser aislados. Al llegar a Ezeiza, el hombre fue trasladado en ambulancia hasta un centro de salud.
Durante el vuelo AR1305, el pasajero comenzó a tener tos y a mostrar dificultades para respirar, ante lo cual la tripulación tuvo que recurrir a dos profesionales de la salud que se encontraban entre los pasajeros. Cuando lo asistieron, el hombre confesó haber tenido fiebre alta unos días antes del vuelo y haberse medicado con paracetamol luego de hacer una consulta médica. Los médicos presentes y los profesionales de salud de Aerolíneas Argentinas asistieron al pasajero con suministro de oxígeno. El comandante del vuelo activó el protocolo sanitario previsto para estos casos.
El paciente fue trasladado en una ambulancia desde Ezeiza a un centro de salud. Su esposa y los familiares que lo acompañaban en el viaje también quedaron aislados cumpliendo la cuarentena obligatoria en sus casas.
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Entiendo que ha habido una "irresponsabilidad", por parte de este pasajero, habiendo experimentado algún síntoma, previo al vuelo no debería haber viajado y poner en situación de riesgo, a los demás pasajeros y tripulantes del avión.