Luego de que el laboratorio Pfizer demostrara una efectividad del 95% en su vacuna, ahora buscará presentarla ante la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos para aprobar su comercialización.

Luego de que las empresas Pfizer y BioNTech informaran una efectividad del 95% en la Fase 3 de la vacuna contra el coronavirus informaron que presentarán ante la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos para que se realice la autorización de emergencia para la comercialización del fármaco.

Por su parte, la FDA no confirmó cuánto tiempo tardarán para analizar esos datos, sin embargo, se estima que desde el gobierno estadounidense de el visto bueno para que la vacuna se comience a distribuir la primera quincena de diciembre. Esto se dio a conocer cuando las empresas Pfizer y la alemana BioNTech, deslizaron a través en un comunicado que la vacuna comenzaría a ser distribuida en Estados Unidos y la Unión Europea (UE) antes de que termine el año.

Este es el anuncio que se estaba esperando luego de que se confirme la efectividad en la Fase 3 de la vacuna que se ha testado desde julio en 44 mil voluntarios en distintos países. La solicitud en Estados Unidos representa un paso crucial en nuestro camino para ofrecer una vacuna contra el covid-19 al mundo y ahora tenemos una imagen más completa tanto de la eficacia como de la seguridad de nuestra vacuna, que nos da confianza sobre su potencial” explicó Albert Bourla, el director ejecutivo de Pfizer.

El secretario de Salud estadounidense, Alex Azar destacó que el gobierno de ese país espera que la compañía Moderna, que también se encuentra desarrollando una vacuna contra el covid-19, presente también la solicitud de aprobación.

La solicitud que requieren es en carácter de emergencia y puede ser utilizada solo en casos como una pandemia, luego puede modificarse o revocarse si surgen nuevos datos de eficacia. En tanto, el inmunólogo en jefe de la Casa Blanca, Anthony Fauci, aseguró sobre las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna: “La velocidad no comprometió en absoluto la seguridad ni la integridad científica. Fue un reflejo de los extraordinarios avances científicos en este tipo de vacunas que nos permitieron hacer cosas en meses que en realidad llevaban antes años”