El Hospital Pirovano tuvo que postergar turnos no esenciales a raíz de la gran cantidad de enfermos de Covid-19 que recibe a diario. Al cansancio del personal de salud se suma la demanda de personas para hisoparse.
El Hospital Pirovano del barrio porteño de Coghlan se encuentra al límite de su capacidad a raíz de la nueva ola de coronavirus en la Ciudad. Testeos hasta medianoche, postergación de turnos no esenciales por disposición del Gobierno porteño y una situación en el sector público de la comuna 12 que se replica también en otros centros de salud de CABA.
En plena escalada de contagio de coronavirus, el Pirovano enfrenta una demanda nunca antes vista en lo que va de la pandemia. Por un lado, continúa la tendencia de largas colas y extensas esperas para acceder a un hisopado en la unidad febril de urgencia. Para ello, el gobierno porteño extendió este martes el horario de atención, de modo que funcionará desde las 8 de la mañana hasta la medianoche. Hasta ahora, cerraba a las 20 horas.
La semana pasada, ya desde temprano se registraban extensas filas en torno a la avenida Monroe y a la calle Roque Pérez. Una persona con síntomas compatibles con Covid-19 como fiebre, tos, falta de gusto y olfato puede estar varias horas parada en la vía pública a la espera de ser atendida ante esta situación en la cual ni la infraestructura ni el personal de salud disponible dan a basto para atender a todos.
Para descomprimir los centros de testeos, este martes el ministro de salud de la ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, pidió que aquellas personas que sean contactos estrechos de casos positivos y no registran síntomas se hagan un testeo de saliva en la rural de Palermo o en Costa Salguero. En cuanto al Pirovano, otro dato que preocupa es que la guardia también está a tope debido a la atención de casos compatibles con covid-19, a lo cual se suma el hecho de que ya no hay camas disponibles en la terapia intensiva.
En este sentido, el gobierno porteño dispuso la semana pasada que se postergaran los turnos no esenciales para priorizar que el personal de salud enfrente de lleno la pandemia. En todo el sistema de salud público de CABA hay 450 camas para pacientes graves con coronavirus. El 29 de marzo había 122 ocupaciones, un número que se mantenía estable desde hacía varias semanas. Pero este lunes 5 de abril, la cifra llegó a 179.
Los primeros días del corriente mes había cerca de 24 personas internadas por covid-19 en el Pirovano, según la comisión de salud del Consejo Consultivo Comunal 12, integrado por vecinos de los barrios de Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón. La situación en el histórico nosocomio de Monroe 3555 se observa también en otros centros de salud públicos de CABA.
En redes sociales, familiares de personas internadas por motivos ajenos al Covid señalan que no podían visitarlos y que los partes eran cada vez más espaciados, atribuyéndolo a la imposibilidad del personal médico de abarcar todas las necesidades que demandan los pacientes y a que los especialistas están abocados a tratar de contener la pandemia. Algunos trabajadores manifestaron que las terapias intensivas estaban a tope, con sólo una o dos camas libres.
Por momentos, este panorama se replica también en el hospital Durand, según manifestó su personal, dado que hay internados con covid-19 y también deben seguir atendiendo a pacientes con otras afecciones no vinculadas a la pandemia, como traumatismos y enfermedades cardíacas.