Prisión domiciliaria para Carlos Capdevila y Luis César Nasta, dos genocidas que cumplen condenas por delitos de lesa humanidad

En la tarde del día miércoles, el Tribunal Oral Federal 5 le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria a Carlos Capdevila, ex médico partero de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) y condenado por crímenes de lesa humanidad, en el marco de la pandemia del coronavirus.

El represor se encuentra privado de su libertad en la Unidad 31 del penal de Ezeiza y será trasladado a su vivienda de la provincia de Córdoba donde cumplirá su prisión domiciliaria. Allí, las autoridades lo monitorearán con una tobillera electrónica.

La resolución que dispuso su arresto domiciliario fue firmada por el juez Daniel Obligado. En el documento se argumenta que Capdevila es un “paciente de riesgo” con 70 años y que padece de “hipertensión arterial, cáncer de próstata y dificultades motrices”.

Capdevila está condenado por al menos tres causas por crímenes de lesa humanidad. En el año 2011, fue condenado a 20 años de prisión por la llamada Megacausa ESMA, por su participación en el terrorismo de estado. Por otro lado, tenía otra condena de 15 años y una de 10 por apropiación de menores. 

Antes de que el juez Obligado le concediera la prisión domiciliaria, el fiscal Leonardo Filippini había rechazado la prisión domiciliaria. 

En tanto, hace unos días, la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal le concedió el arresto domiciliario al represor Lucio Nast (66), quien fue condenado a 22 años de prisión por delitos de lesa humanidad. Los magistrados de esa sala del máximo tribunal penal del país consideraron que por su edad y por su estado salud, Nast es un detenido de “alto riesgo” ante el avance de la pandemia del coronavirus.

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En un fallo dividido, los jueces Guillermo Yacobucci Carlos Mahiques votaron por concederle el beneficio al represor. En tanto, Alejandro Slokar votó en disidencia y alertó sobre el riesgo de que bajo el pretexto de la pandemia se encubran actos de impunidad.

Los jueces Yacobucci y Mahiques consideraron que Nast tiene 66 años y que “presenta diversos y complejos problemas de salud (gastritis, hernia hiatal e inguinal, diverticulosis, dolor crónico abdominal, colelitiasis, trauma acústico, y secuela de herida de arma de fuego en tórax y pelvis)”.

Nast fue condenado a 22 años de prisión por crímenes de lesa humanidad cometidos en perjuicio de 43 víctimas durante la última dictadura militar en el centro clandestino de detención que funcionó en el Servicio de Informaciones (SI) de la ex Jefatura de Policía de Rosario; el más grande de la provincia de Santa Fe.

Por su parte, el juez Slokar sostuvo en cambio que el recurso debía ser rechazado y que en su lugar de detención “se mantiene el distanciamiento recomendado por las autoridades sanitarias” y “se han distribuido los insumos de higiene y limpieza correspondientes para prevenir eventuales contagios”, por lo que no corresponde otorgarle el arresto domiciliario.