El estudio publicado en la revista médica JAMA Network reveló las ulteriores afecciones cardíacas en pacientes recuperados de COVID-19.

El impacto general que causa haber padecido COVID-19 aún es desconocido para los investigadores. La infección por coronavirus causa una gran morbilidad y mortalidad en todo el mundo, y los últimos informes de casos de pacientes hospitalizados sugieren que la enfermedad afecta considerablemente el sistema cardiovascular de los infectados.

Es por este motivo que un grupo de investigadores del Hospital Universitario de Frankfurt realizó un estudio específico en el cual examinó a pacientes con una infección reciente por COVID-19 empleando marcadores serológicos de lesión cardíaca e imágenes en profundidad con resonancia magnética cardiovascular (CMR). El estudio reveló que el 78% de los pacientes que se recuperaron de coronavirus desarrollaron afecciones cardíacas.

En el estudio prospectivo observacional, que fue publicado recientemente en la revista JAMA Network, se identificaron 100 pacientes recientemente recuperados de la enfermedad COVID-19 del mismo hospital entre los meses de abril y junio de 2020, luego de un mínimo de 2 semanas desde el diagnóstico original.

Los hallazgos revelados por la investigación demostraron afectación cardíaca en 78 pacientes (78%) e inflamación miocárdica en curso en 60 pacientes (60%), independientemente de las condiciones preexistentes, la gravedad, el curso general de la enfermedad aguda y el tiempo transcurrido desde el diagnóstico original.

De los 100 pacientes incluidos, 53 eran hombres, y la mediana de edad era de 49 años (45 a 53). El intervalo de tiempo medio entre el diagnóstico de COVID-19 y el estudio fue de 71 días (64 a 92). El 67% de los pacientes que participaron del estudio se recuperaron en sus hogares, mientras que el 33% restante requirieron hospitalización.

Las comparaciones fueron realizadas con grupos de control de adultos normotensos que no tomaban medicamentos cardíacos, tenían volúmenes y funciones cardíacos normales y no tenían evidencia de cicatriz en sus corazones. También se hicieron comparaciones con pacientes con factores de riesgo para edad, sexo, hipertensión, diabetes, tabaquismo, enfermedad coronaria conocida u otras comorbilidades.

La anormalidad más prevalente fue la inflamación del miocardio, detectada en 60 pacientes recientemente recuperados de COVID-19, seguida por la cicatrización regional y el realce pericárdico.

“Nuestros hallazgos demuestran que los participantes con una escasez relativa de afecciones cardiovasculares preexistentes y con una recuperación mayoritariamente en el hogar tenían un compromiso inflamatorio cardíaco frecuente“, explicaron los investigadores a la agencia internacional Reuters.

Sin embargo, los especialistas reconocieron algunas limitaciones del estudio: “Los hallazgos no están validados para el uso en pacientes pediátricos de 18 años o menos. Tampoco representan pacientes durante la infección aguda con COVID-19 o aquellos que son completamente asintomáticos con la enfermedad”, aseguraron.

“Varios pacientes dentro de nuestra cohorte tenían síntomas nuevos o persistentes, lo que aumenta la probabilidad de hallazgos positivos en las resonancias magnéticas cardiovasculares. Los datos de los resultados siguen pendientes. Las secuencias de imágenes utilizadas en este estudio se han validado, estandarizado y bloqueado para su uso en entornos multicéntricos”, agregaron los investigadores. Por último, señalaron que “el uso de otros protocolos de imagen, parámetros de secuencia o enfoques de posprocesamiento puede arrojar resultados diferentes“.