AFA y la flamante Liga Profesional dieron un inicio caótico a la Copa de la Liga.
El viernes 30 de octubre fue la fecha dispuesta por la AFA y la flamante Liga Profesional, previa autorización del Gobierno Nacional, para el regreso del fútbol argentino, disputando un torneo denominado “Copa de la Liga Profesional” que va a dar clasificación a la Copa Libertadores, pero no influirá en los promedios del descenso. Nadie imaginaba que este regreso iba a ser tan desprolijo y desorganizado.
La pandemia de Coronavirus alteró al mundo en todos los aspectos. Es lógico que también haya afectado al fútbol argentino. Lo que no se entiende es cómo, después de tantos meses de preparar el regreso, todo se haga con tanto desorden e improvisación. Y en esto es evidente que el famoso “doble comando” que se quiso evitar dando por finalizada la Superliga y creando la Liga Profesional bajo la órbita de AFA, sigue vigente en su máxima expresión.
¿Quién manda, AFA o la Liga?¿Tapia o Tinelli, titular del órgano que rige a los equipos de Primera División? El tema es que la AFA posee los derechos pero la Liga es la que reglamenta. Y si no se ponen de acuerdo, empieza a haber mensajes contradictorios. La vuelta del fútbol argentino se hace a los ponchazos, se va regulando a medida que se avanza, sin ningún tipo de previsión ni organización. Como si nadie quisiera volver a jugar.
De entrada, cuando se realizó el sorteo de este torneo, se planteó una división en zonas lógica por el poco tiempo que había para jugarlo. Pero empezaron los problemas con los cabezas de serie, dado que Huracán reclamó ser el sexto, pero la Liga eligió a Vélez por sus “logros deportivos”, algo real pero que no estaba especificado en un principio.
Después se estableció que no hubiera clásicos, porque era “peligroso”. ¿Peligroso para quién si se juega sin público? Para los clubes, que tienen miedo a perder contra el rival histórico y eso conlleve una crisis. Si, el temor a perder, que está demasiado cerca del temor a jugar. Una vergüenza en cualquier deporte, ya que la esencia siempre es competir.
Así, se establecieron las zonas para el inicio del torneo. Pero surgió el tema de la televisación, porque la AFA rompió (una vez más, como hace años lo hizo con la empresa Torneos) su contrato con FOX, con la excusa de que la empresa había sido adquirida por la cadena ESPN perteneciente al grupo Disney. La mitad de los partidos (el 50% del contrato a cargo de TNT seguía vigente) quedaban sin pantalla.
Todo se complicó aún más cuando, tras un reclamo de Disney, el juez en lo comercial Horacio Robledo dictó el último viernes una “medida de no innovar” hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo, que volvió a dar a FOX la transmisión de la mitad de los partidos. A correr para organizar todo (camiones de transmisión, producción, periodistas, etc.) porque en pocas horas había que empezar a televisar partidos de fútbol.
Por otro lado, los clubes se enfrentaban, cada uno, a sus propios problemas. Unión, por ejemplo, no quería pagar un operativo policial desmesurado para enfrentar a Arsenal en su estadio… ¡sin público! El partido primero se suspende y después, cuando Unión acepta a pagar, se vuelve a dar el visto bueno para que se dispute. Desprolijo por donde se lo mire.
Ni siquiera los equipos grandes quedan exentos de las desprolijidades de nuestro fútbol. River, que está remodelando su estadio Monumental, se rehusaba a tener que alquilar una cancha para hacer de local sin público en esta copa, y propuso utilizar una de sus canchas de entrenamiento en el River Camp de Ezeiza. Y acá surge el tema del “doble comando” en nuestro fútbol.
Mientras la Liga, encabezada por Tinelli, se opuso rotundamente, Claudio Tapia, presidente de AFA, dio el visto bueno yendo a ver los trabajos que club de D´Onofrio realizaba para acondicionar su cancha de entrenamiento y ajustarla a los pedidos de la televisión, para que se parezca poco a lo que era, una cancha auxiliar.
Primero que sí, después la Liga que esgrime que hay un reglamento que habla de “estadios” y que una cancha de entrenamiento sin siquiera tribunas no lo es, y todo vuelve marcha atrás. Ahora, el partido River-Banfield que se iba a jugar el domingo, se reprogramó para el martes a la noche, porque es el tiempo que le dio la Liga a River para conseguir un estadio. Bochornoso.
Mientras tanto se juegan los primeros partidos, para cumplir con la televisión, aunque parezca que algunos clubes no tienen interés en disputar este torneo. Sin embargo cuando empieza a rodar la pelota, los jugadores dan todo, porque viven de eso y les gusta jugar. Y el público, desde sus casas y a través de la televisión, sigue los partidos, porque los apasiona. Es que el fútbol, en su esencia, nunca muere. Aunque acá en Argentina, hagan todo por matarlo.