Se mostró optimista en Washington, donde jugará dobles junto a su hermano Jamie.

Andy Murray está listo para continuar en Washington su periplo 2019 en modo dobles, pero manifestó en conferencia de prensa en la ciudad estadounidense su deseo de poder estar jugando singles en el Masters 1000 de Cincinnati, que comienza el 11 de agosto. El miércoles debutará en el ATP 500 de esta ciudad, en dupla con su hermano Jamie enfrentando a los franceses Nicolas Mahut y Eduard Roger-Vasselin (finalistas del último Wimbledon), en un exigente debut.

El escocés se encuentra intercalando ejercicios y prácticas de individuales con la rutina específica del dobles, y siente una mejoría que le da optimismo para intentar el retorno a lo suyo, que son precisamente los singles, donde llegara a ser el número 1 del mundo en el 2016. Cabe recordar que tuvo una cirugía en su cadera derecha en enero del 2018, reapareciendo en el circuito en junio de ese año para completar una docena de cotejos hasta septiembre. Este año volvió a intentar, pero tras perder en el debut del Australian Open (con Bautista Agut), anunció su retiro del tenis profesional en Wimbledon, sin mucho convencimiento. A fines de enero se efectuó una nueva operación de cadera, y deslizó posteriormente que iba a intentar volver al circuito, probando jugar en dobles al principio, y en base a los resultados físicos, analizaría que hacer con su carrera de singlista. Eligió Queen’s para el regreso, y junto a Feliciano López se llevaron el título, que constituyó un espaldarazo anímico muy importante. Después no obtuvo grandes resultados, pero cada partido que termina sin dolor debe ser un bálsamo para Andy Murray sin dudas.

Falta poco para Cincinnati, pero uno imagina que la organización del MS 1000 estadounidense le otorgará un wild card para ingresar directamente al cuadro principal del certamen, ya que su actual ranking (222°) no se lo permite. Andy intentará mañana en Washington, además de ganar junto a su hermano Jamie, seguir avanzando físicamente y no sentir dolores o molestias después del encuentro. No es verso para Murray que cada partido es una final.