Fue 1 a 0 con un gol de Juan Manuel García a los 4 minuto.

Fue una semana convulsionada la de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Su presidente, Gabriel Pellegrino, anunció que no se presentaría en las elecciones que debían realizarse el día de ayer, y eso motivó a que Maradona, en una muestra de lealtad hacia quien lo había ido a buscar para dirigir al equipo, renunciara. Dos días estuvo Diego fuera de Gimnasia. La gente salió a pedir por él. Que se vayan los dirigentes y que Diego se quede (o en realidad, vuelva). Hubo reuniones, idas y vueltas, pero al final se presentaron en su casa de Bella Vista a pedirle que reconsiderara su situación, dado que habían llegado a una lista de unidad que hasta incluía a Pellegrino y se suspendían las elecciones. Bastó que Maradona aceptara para que al día siguiente se pelearan y todo volviera a fojas cero, con una nueva fecha, el 14 de diciembre, para los comicios. Eso sí, esta vez Diego no renunciaría y estaba asegurada su presencia en el banco del Lobo hoy frente a Arsenal en el Bosque.

Con Maradona en el banco, Gimnasia perdió de local frente a Arsenal.
Juan Manuel García festeja su gol tempranero que le daría la victoria a Arsenal en el Bosque.

Claro que Arsenal fue a jugar un partido de fútbol en serio, sin intenciones de formar parte del circo de la semana. Y empezó ganando desde el arranque, con un gol de Juan Manuel García a los 3´de empezado el encuentro que empujó muy cerca de la línea una buena jugada colectiva. El 1 a 0 envalentonó a Arsenal y llenó de confusión a Gimnasia. Todo el primer tiempo fue del visitante. Recién en el complemento el Lobo emparejó en algo las acciones. Pero le cuesta una enormidad generar peligro. Un par de remates desde afuera del área, una jugada con varios rebotes que culmina con un disparo final desviado de Caire y un tiro libre de Ayala fácilmente controlado por Sappa. Nada más.

Con Maradona en el banco, Gimnasia perdió de local frente a Arsenal.
Diego parece pedirle perdón al hincha de Gimnasia por una semana patética para la institución.

Una nueva derrota de local de Gimnasia que no puede ganar, ni siquiera empatar en su casa. Como si el desorden político reinante en la institución lo contagiara. Y ni con Maradona sentado en el banco puede romper el maleficio.