El segunda línea de Los Pumas no podrá jugar frente a EE.UU. y cumplirá las tres fechas restantes en su nuevo club Leicester

No fue la despedida soñada por Tomás Lavanini. El segunda línea, al firmar con el club Leicester de Inglaterra, sabía que probablemente los partidos del mundial serían su despedida de Los Pumas. La reglamentación vigente impide a los entrenadores del seleccionado nacional convocar jugadores que jueguen en el hemisferio norte salvo contadas excepciones, para favorecer su permanencia en Jaguares, donde ganan menos dinero del que pueden obtener por un contrato en Europa.

Lavanini soñaba con una actuación de Los Pumas descollante y de disfrutar cada minuto del mundial. Pero un tackle alto contra Owen Farrell a los 15 minutos del partido contra Inglaterra significó su expulsión y con ella la derrota de su equipo que quedó en inferioridad numérica. Una verdadera pesadilla para el gigante argentino que se coronó con la eliminación de Los Pumas.

Hoy viajó junto al presidente de la delegación argentina, Gabriel Travaglini, desde la concentración argentina en Kumagaya hasta Tokio para declarar frente al comité de disciplina. Allí admitió su error y finalmente fue sancionado con cuatro partidos de suspensión. A Los Pumas les queda un solo partido, contra Estados Unidos el miércoles a la 1,45 hora argentina, para terminar su participación en el mundial, por lo que los tres partidos de suspensión restantes deberá cumplirlos en su nuevo club.

Sin dudas no fue la despedida esperada por el segunda línea. Ojalá el rugby le de revancha y vuelva a vestir la camiseta del seleccionado.