Una lesión congénita en su cadera no lo dejaba rendir en plenitud desde el año 2017.

El checo Tomas Berdych le dice adiós al tenis profesional, aquejado por una lesión en la cadera que lo tuvo a maltraer en las últimas temporadas. La información fue brindada por su padre Martin a un medio local de su país, lo que le quitó sorpresa al asunto ya que se presupone que la ATP le rendirá un homenaje a su hijo durante la realización del Masters de Londres, que se encuentra en pleno desarrollo.

Tomas comenzó a competir en el campo rentado en el año 2002, dos años después comenzó a destacarse y ser tenido en cuenta por sus colegas como una amenaza, que pronto se encargó de conseguir resultados y respeto. En el año 2005 conquistó su título más importante, el Masters 1000 de París, tras vencer al croata Ivan Ljubicic en cinco sets. En total obtuvo 13 trofeos, sobre un total 32 finales disputadas, muy buenos números ya que compartió sus mejores años con el Big-3, cuyos integrantes lo postergaron en más de una ocasión, en especial Rafael Nadal, quien lo derrotó en su única final de Grand Slam, ocurrida en Wimbledon 2010. Pudo ganarle a los tres del Big-3 , más allá del historial negativo en el head to head con ellos. Además, se dio el lujo de ganar dos veces la Copa Davis para su país, en forma consecutiva en el 2012 y 2013, junto a su compatriota y amigo Radek Stepanek, con quien disputaban casi todos los encuentros, incluidos los dobles.

Berdych logró arribar al cuarto puesto del ranking ATP, su mejor ubicación, hecho que ocurrió en mayo del 2015, sin dudas muy meritorio por parte del jugador nacido en la ciudad de Valasske Mezirici, en República Checa. Pudo disfrutar de una gran carrera, que se vio afectada por su lesión, que lo obligó a mermar en su rendimiento, pudiendo jugar apenas 22 partidos del calendario 2017 y el mismo número de cotejos la presente temporada, que había arrancado en gran forma, llegando a la final de Doha, octavos de final del Abierto de Australia (p. con Nadal) y avanzando hasta las semifinales de Montpellier. Lentamente su físico fue dejando de responderle y sus apariciones en el circuito cada vez más espaciadas, hasta llegar al US Open, donde jugó su último match, cayendo en primera ronda ante el local Jenson Brooksby, un juvenil que no tiene grandes antecedentes (hasta ahora) en el máximo nivel. Todo un síntoma para el checo de 34 años, que se resistía a anunciar su retiro e insistía en anotarse en las competencias posteriores al último Grand Slam del año, pero se bajaba a último momento.

Punto final para un grande del deporte blanco, eclipsado por las luces de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, pero estuvo peleando en esa categoría durante muchos años, ya que se mantuvo en el top ten por un largo período. Se extrañará al “Hombre de Hielo”, dueño de un tenis potente, pero que no despreciaba la sutileza cuando la situación lo requería.