El 0 a 0 refleja el bajo nivel del partido

El Superclásico no es un partido más. Los hinchas de River y de Boca viven la semana previa con una ansiedad única que crece de a poco hasta el pitazo inicial del árbitro. Nervios, cargadas, chicanas, apuestas aparecen entre compañeros de trabajo, vecinos, compañeros de estudio, amigos y familiares. Toda la semana previa se habla del partido. Los periodistas manejan información clasificada y van contándola a medida que se van enterando cual puede ser la formación de cada equipo. Y los técnicos esconden, miran de reojo al rival y le sacan una radiografía a sus propios jugadores para descubrir cuáles pueden llevar a cabo lo que ellos planean.

Sin embargo, llegado el momento, puede resultar que el superclásico decepcione. Ha pasado y seguramente volverá a pasar. Son tantas las espectativas que a veces lo que producen los equipos dentro del campo de juego no es tan bueno y sale un mal partido. Eso fue lo sucedido esta tarde en el Monumental. River y Boca no sólo empataron 0 a 0 sino que no brindaron la cantidad de emociones que uno esperaba. Sin decir que jugaron mal, se puede afirmar que el partido no fue bueno.

Y en este análisis queda un poco mejor parado River. El planteo de Gallardo era que su equipo fuera protagonista. Intentaba un juego interno rápido como es su característica y, cuando se le cerraban los caminos, buscaba desbordar a través de De la Cruz, Nacho Fernández o los laterales Casco y Montiel. Lo que le faltó a River fue más claridad en la última puntada. Las ocasiones que tuvo las definió mal. O bien los disparos salían desviados (hubo uno de Martínez Quarta muy claro por arriba del travesaño) o bien caían mansamente en las manos de Andrada, que culminó su noveno partido consecutivo sin recibir goles y batió también el récord de invulnerabilidad de Antonio Roma en el arco xeneise. Gallardo explicó que a su criterio esa falta de lucidez en el remate final se debió mayormente a que su equipo tuvo un día menos de descanso que Boca de sus partidos por Copa Libertadores. Eso, a criterio del entrenador, le quitó “frescura” para definir.

La propuesta de Boca fue más mezquina. El empate en 0 parecía un resultado satisfactorio. Alfaro dió la gran sorpresa previa al partido al no poner en el 11 inicial a Carlos Tevez y darle la responsabilidad de acompañar a Soldano al joven venezolano Hurtado. En su plan estaba que el doble nueve complique a la defensa rival como había sucedido en la primera final de Libertadores del año pasado cuando ingresó Benedetto en lugar del lesionado Pavón para acompañar a Wanchope. Y las jugadas se repetían en pelotazos para que la aguanten arriba los dos delanteros y ver si podían generar alguna falta. La pelota detenida le da buenos resultados a Boca, con buenos cabeceadores como sus marcadores centrales y De Rossi, que finalmente jugó su primer clásico y pareció quedarse deslumbrado porque no pesó en el partido. Si bien el mérito de Boca fue su defensa, generalmente bien parada y muy sólida, apostaba a alguna jugada aislada como la que protagonizó Mac Allister con un disparo cruzado desviado apenas por Armani, o un tiro libre a minutos del final de Tévez, que el arquero manoteó al corner por arriba del travesaño. Si Alfaro usó este partido como banco de pruebas para las semifinales de Libertadores, se debe haber llevado la sensación de que a River lo complican más los equipos que lo esperan que los que quieren jugarle de igual a igual. Pero deberá tener más juego, porque para ganar hay que convertir goles.

En fin, un partido que pasará al olvido rápidamente. Primero porque no tuvo un buen nivel y segundo porque todos comenzarán a hablar de los dos superclásicos que se vienen por la semifinal de la Copa Libertadores. Y esos parecen ser los dos partidos que valen.

River Plate: Armani; Montiel, Paulo Díaz, Martínez Quarta y Casco; Nacho Fernández, Enzo Pérez, Palacios (76´Cristian Ferreira) y De la Cruz; Pratto (66´Matías Suárez) y Borré (82´Ignacio Scocco) DT: Marcelo Gallardo

Boca Juniors: Andrada; Weigandt, López, Izquierdoz y Fabbra; De Rossi (69´Emanuel Reynoso); Soldano, Capaldo, Marcone y Mac Allister (76´Carlos Tévez); Hurtado (60´Sebastián Villa) DT: Gustavo Alfaro.