La organización del tradicional certamen se anticipa a los hechos tras la cancelación de Indian Wells.

El coronavirus está afectando la salud de muchas personas en el mundo, inclusive provocando varias muertes en distintas partes del globo terráqueo. También golpea económicamente en casi todos los frentes del sistema capitalista: bajas profundas en los mercados financieros, ventas de pasajes aéreos, etc. El tenis no está ajeno a las consecuencias del COVID-19, la sigla del coronavirus. Suspendido sobre la hora Indian Wells en ambas ramas esta semana, el Abierto de Miami prosigue en el calendario y se rumorea que seguirá el mismo destino que la otra competencia estadounidense.

El Masters 1000 de Montecarlo, con fecha de disputa entre el 11 y el 19 de abril, tomó cartas en el asunto y dio a conocer un comunicado en el cual expresa la posibilidad de realizar el evento a puertas cerradas, con una política de devolución del dinero a los que ya compraron sus entradas, en caso de confirmarse la medida. Las autoridades del torneo monegasco anunciarán oportunamente los pasos a seguir, atentos a lo que ordenen desde la salud pública del Principado con respecto al flagelo del coronavirus.