La ATP y la WTA emitieron un comunicado en conjunto.

El mundo continúa defendiéndose del ataque que significa la pandemia COVID-19, miles personas han muerto y muchas más fueron infectadas por dicha pandemia. Además, los mercados y las bolsas del mundo se vienen desplomando, experimentando este miércoles un día de profundas bajas de los activos financieros. El tenis, como venimos repitiendo en este medio, no está ajeno a la problemática coyuntura. Por ese motivo, la ATP y la WTA anunciaron la extensión del cese de la actividad profesional hasta el 7 de junio, al unísono en esta oportunidad.

Tras la cancelación de Indian Wells, la ATP se había expedido con mayor celeridad en acordar el primer aplazamiento, mientras que la WTA tardó varios días más en hacerlo, sin concordar en el plazo de las reaperturas correspondientes. Ahora, ambos circuitos unieron sus voces en este momento, después de comprobar que las reacciones individualistas y unilaterales como las de Roland Garros no son oportunas, menos aún en estos tiempos de crisis en la salud mundial, donde hay otras prioridades en juego.

Esta decisión tomada por la ATP y la WTA fue apoyada rotundamente por otras estructuras importantes del tenis, dejando al descubierto al Abierto de Francia, que solo pensó en sus propios intereses y en poder realizar su tradicional certamen como sea, sin consultar con ninguna de las partes que componen el armado del circuito tenístico.