Vencieron a Tonga 28-12 logrando el punto bonus, aunque en el segundo tiempo dejaron dudas.

Había que ganar, y se ganó. Había que hacerlo con punto bonus ofensivo, y también se consiguió. Un triunfo de cinco puntos importantísimo para mantener las posibilidades de clasificar. Pero nuevamente mostró dos caras diametralmente opuestas. Contra Francia tuvo un primer tiempo decepcionante para después reaccionar a fuerza de empuje y amor propio. Hoy fue al revés. Un primer tiempo arrollador, con cuatro tries antes de los 26 minutos y un segundo tiempo totalmente distinto, siendo superados por el equipo oceánico.

Los Pumas arrancaron muy concentrados, dispuestos a mantener a Tonga lejos de sus 22 yardas y llevándolos a jugar permanentemente en su campo. A diferencia del partido con Francia, Argentina cada vez que se acercó al ingoal rival se volvió a su campo logrando puntos. A los 5´, el primer penal favorable a Los Pumas, muy factible para que Urdapilleta abriera el marcador, se decide ir al line-out. La gana Petti en las alturas y, en jugada preparada, Lezana en vez de abrir la pelota arranca para el touch, toma la marca y la pasa para Montoya que apoya sin oposición. Simple, rápido y sorpresivo. Y a pesar de que era muy esquinado, Urdapilleta lo convierte, así que lo que para algunos tenía que ser un penal convertido y tres puntos, terminó en siete gracias a la confianza y la correcta toma de decisiones. El plan funcionó a la perfección. Dos tries más de Montoya y uno de Carreras debajo de los palos, habiendo interceptado un pase y corrido media cancha, todos convertidos por Urdapilleta, pusieron el marcador 28 a 0 en apenas 26 minutos. Era todo a pedir de Los Pumas. Pero a partir de ahí hubo un par de desconcentraciones que permitieron el try de Veauni y su posterior conversión y un resurgir de Tonga que era un presagio de lo que pasaría en el segundo tiempo.

Los Pumas le ganaron a Tonga, pero mostrando dos caras.
Primero de los tres tries apoyados por Julián Montoya en la victtoria de Los Pumas frente a Tonga

No sabemos qué se charló en el descanso. Si se hizo incapié en lo bueno de esos primeros 26 minutos o se tomó nota del desorden del final. Lo cierto es que Los Pumas siguieron atacando, con los forwards pero también intentando abrir la pelota con sus backs. Y ahí se vio una alarmante falta de fluidez. Errores en el traslado, pases que no llegaban a destino. Y desorden, mucho desorden. Hubo jugadas de try que por detalles no se concretaron y una destacable voluntad de jugar los penales en vez de patear a los palos. Pero la imagen del equipo en esos últimos 40 minutos no fue buena. Y nuevamente empezó a fallar el tackle. A los 25´de la última etapa el fullback Veauni apoya su segundo try poniendo el marcador 28 a 12 y a partir de ahí la pelota fue Tonga que, sin mucha imaginación, abría la pelota y complicaba la victoria porque rompía en cada contacto. Hasta un penal factible que Sánchez, ingresado por Urdapilleta, desvía cuando el staff técnico pedía que fueran al line.

Los Pumas le ganaron a Tonga, pero mostrando dos caras.
Carreras corre para apoyar debajo de palos luego de interceptar un pase

En fin, dudas en un final totalmente distinto al inicio del partido. Y tengamos en cuenta que el rival fue Tonga, entusiasta, fuerte, con jugadores de gran porte, pero de un nivel notablemente inferior. Habrá que ver que sucede frente a un rival del nivel de Inglaterra, hoy por hoy, uno de los tres mejores seleccionados del mundo. Será el próximo sábado. Un partido a todo o nada. Una verdadera final. Y habrá que ver cuál de las dos caras muestra nuestro seleccionado. Si bien dejó dudas importantes, tengamos en cuenta que no hay que dar por perdido nada. Se tiene que mejorar, por supuesto. Pero nunca hay que dar por muertos a estos jugadores. No nos olvidemos que son Pumas.