Hoy se disputaron las cuatro llaves de los cuartos de final del ATP 500 de Hamburgo, con algunos resultados sorpresivos. El arribo más saliente a semifinales es el del ruso Andrey Rublev (78°), que batió por 7/6(3) y 7/6(5) al máximo candidato al título, el austríaco Dominic Thiem (4°), en un match muy parejo y cerrado que el moscovita inclinó a su favor en la arcilla del certamen alemán. Otra sorpresa es la de Pablo Carreño Busta (59°), no por su jerarquía sino porque venía a los tumbos en el circuito después de sufrir distintas lesiones, que en reñida pulseada se ganó el cupo a las semifinales, al vencer al italiano Fabio Fognini, (3° favorito y 10° del escalafón mundial), por 3/6 6/2 y 7/6(4). El ruso y el español entonces se medirán para definir a uno de los dos finalistas.
Por la parte inferior del cuadro principal, el joven alemán Alexander Zverev, (2° preclasificado y 5° del mundo), pudo dar vuelta un partido que le era adverso tanto, en el resultado como en el desarrollo. Perdía 2/6 3/5 y el saque de su oponente, el serbio Filip Krajinovic (58°), que le estaba dando una paliza soberana. Pero a partir de ahí, en el momento de ganarlo, comenzó a desmoronarse el balcánico y el teutón empezó a ganar en solidez y confianza. El cotejo comenzó a cambiar de mando y Zverev se impuso finalmente por 2/6 /7/5 y 6/2, una lección de entrega y coraje en su propia casa, ya que nació en Hamburgo. Nikoloz Basilashvili (4° favorito y defensor del título) será su contrincante en la otra semifinal, en cierta forma sorpresivo, no por su ranking (16°) sino por su discreta temporada, muy lejos de su gran 2018. El georgiano fue el único que tuvo el trámite sencillo hoy, le ganó cómodamente al francés Jeremy Chardy (77°) por 6/2 y 6/3, demostrando que este torneo le sienta muy bien.