La Federación Internacional de Tenis (ITF), aquejada por los últimos rumores de complicidad de una nómina 135 tenistas con una red de apuestas ilegales armenia, tomó la resolución de suspender las apuestas en vivo de los torneos ITF que reparten U$S15.000. Estos certámenes pertenecen al tercer nivel del circuito ATP, y es donde mayores dolores de cabeza le han traído en los últimos años a la federación madre. La medida fue tomada en conjunto con la Unidad de Integridad del Tenis (TIU), entidad que responde a la ITF y que se encarga de combatir este flagelo que corrompe y daña la imagen del tenis.
Ayer, el medio alemán ZDF dio a conocer una investigación del FBI sobre los arreglos de partidos en el circuito tenístico, revelando detalles de la pesquisa del bureau de investigación estadounidense, que está detrás de la red armenia de manipulación de resultados de los cotejos, que estaría relacionada con esa lista de 135 jugadores mencionada al principio del artículo, incluido un jugador top 30 con tres títulos ATP en su haber. Todos los caminos llevan al nombre del georgiano Nikoloz Basilashvili, hoy 27° y poseedor de tres trofeos en su vitrina, quien negó cualquier vinculación con ninguna red de apostadores ilegales.
Se espera un mayor paquete de medidas por parte de la ITF en detrimento de este flagelo que afecta y mancha la imagen del deporte blanco, para poder atrapar y sancionar a los tenistas que cooperan en este tenebroso tramado. Inclusive, muchos jugadores inocentes son amenazados cuando no aceptan ser sobornados, o también cuando pierden un encuentro en contraposición con los intereses (sin saberlo) de esas redes clandestinas.