El volante italiano llegaría al xeneize por seis meses

Cuando hace un par de meses ganó la calle el rumor de que Danielle De Rossi, volante de la Roma que la semana que viene cumplirá 36 años y que salió campeón del mundo con la selección italiana en Alemania 2006, podía ser jugador de Boca, muchos nos reímos. Es que no sonaba serio. A pesar de que se esgrimían razones como su confesa admiración por la hinchada y la Bombonera, su amistad con el manager del club Nicolás Burdisso y el contrato que se terminaba con el club capitalino, sonaba casi ridículo que un jugador de su trayectoria y prestigio jugara en un club argentino.

Pensamos que se habían exagerado sus reiteradas manifestaciones de cariño para con la azul y oro. Que cuando Burdisso declaraba que, efectivamente lo había llamado, se trataba de una maniobra de distracción respecto de otros jugadores en los que Boca sí estaba interesado y tenían posibilidades ciertas de ser contratados.

Bueno, tengo que reconocer que nos equivocamos. La negociación es factible y puede concretarse el próximo viernes. Sería a préstamo por seis meses y el italiano cobraría cerca de u$ 500.000 al ser dueño de su pase.

Ahora cabe preguntarse, en un mercado de pases que fue complicado para Boca, con negociaciones que se complicaron y se hicieron interminables y con jugadores que no terminaban de cerrar su llegada, ¿es De Rossi el jugador que Boca necesita en este momento?

Hasta ahora el xeneize fichó a Alexis Mc Allister y a Jon Hurtado, mientras Eduardo Salvio está completando sus estudios médicos para cerrar la operación. Como contrapartida, se están por ir Benedetto (ya es un hecho que su carrera continuará en el Olympique de Marsella) y Nandez (no fue aceptada la última oferta del Cagliari). El Pipa sería reemplazado por Hurtado, pero no hay otro jugador como Nandez en el plantel. ¿De Rossi sería el apuntado? Pensemos que está en el final de su carrera, que hace cerca de dos meses jugó su último partido en la Roma y que debería aclimatarse a un fútbol de diferentes características que el italiano. Se entiende que va a necesitar un tiempo para ponerse a punto, tiempo que Boca no tiene porque se le vienen los octavos de final de la Copa Libertadores la semana que viene. Por experiencia, calidad y temperamento, Danielle es indiscutido. Falta saber en que condiciones físicas llega y si su presente futbolístico condice con sus antecedentes.

Para peor, en todas las señales deportivas hoy se hizo incapié en unas declaraciones del técnico Alfaro realizadas cerca de un mes atrás, en las que aclaraba que era un jugador que él no había pedido. Yo creo que en el momento en que dijo eso, Alfaro daba por caídas las negociaciones y quiso atenuar los efectos de otra contratación que el club no había conseguido, pero que sí le gustaría tenerlo en el plantel, aunque no como prioridad.

Hoy parece que De Rossi no es el refuerzo que Boca necesita. Al lesionarse Lisandro López, por ejemplo, sería más imperioso traer un central. O un volante todo terreno que esté en su plenitud y venga a ser un “nuevo” Nandez, no una apuesta atractiva de un jugador de renombre pero al borde del retiro.

Todavía no sabemos si el italiano se pondrá la azul y oro, pero no parece ser la solución para los problemas y compromisos inmediatos que enfrenta Boca.