Se cumplen diez años del récord de 9,58s que el jamaiquino estableció para los 100 metros llanos en el Mundial de Berlín.
Increíble. Lo que sucedió el 16 de agosto de 2009 en el Mundial de Atletismo de Berlín dejó a todos con la boca abierta. No porque no se pensara que Bolt podía bajar su propio récord, sino que lo hiciera en… ¡11 centésimas! Nadie había superado un récord inmediatamente superior por tanto margen. Una barbaridad.
Bolt era el poseedor del récord de los 100 metros llanos. Había conseguido correrlos en 9,69s. un año antes en los Juegos Olímpicos de Pekín, dejando la sensación de que le sobraba, ya que fue tal la diferencia con sus rivales, que en los últimos metros aflojó y cruzó la meta golpeándose el pecho. Todos nos preguntamos hasta dónde podría llegar, y él mismo se encargaría de respondernos un año más tarde.
Los que pudimos ver aquella final de los 100 metros de Berlín asistimos a la mejor carrera que Usain Bolt corrió en su vida. Como si él mismo quisiera comprobar cuál era su límite. Como siempre debido a su altura (1,95 m), perdió algún segundo en el arranque de la largada. Pero sus enormes zancadas rápidamente le permitieron superar rivales. Y esta vez, aun sabiéndose ganador, siguió acelerando hasta cruzar la meta. Todos sabíamos que el tiempo había sido extraordinario, pero cuando el tablero marcó los 9,58 s, nos agarramos la cabeza. El americano Tyson Gay, su principal adversario, había salido segundo con 9,71s marcando un nuevo récord nacional. ¡13 segundos atrás del jamaiquino! ¡Una eternidad para este tipo de carreras! Bolt corrió los 100 metros a un promedio de 37,6 km/h, alcanzando los 45 km/h en el momento de mayor velocidad. Tremendo
Nunca nadie corrió tan rápido. Ni siquiera Usain Bolt pudo mejorar esa marca que hoy cumple 10 años. Alguien, algun día lo logrará. No sabemos cuándo. Porque los récords existen para ser mejorados.