Con una goleada 6 a 0 a Binacional en Lima, River avanza firme en la competencia.
En su segundo partido desde que se reanudó la competencia continental, River Plate de Argentina venció en Lima a Binacional con una goleada 6 a 0 a domicilio, lo que marca el excelente nivel del equipo de Gallardo, al que no se le notan los seis meses sin actividad y parece llevarse por delante, sea cual sea el rival que tenga frente a él.
Fue un partido sin equivalencias. La realidad del fútbol peruano no es buena y está lejos del nivel que puede mostrar uno de los mejores equipos del continente como River. Este equipo de Binacional, que en el partido en el Monumental perdió 8 a 0, marcha tercero en la tabla de posiciones del campeonato peruano.
Se podrá argumentar que basa buena parte de sus chances en la altura de la ciudad de Juliacá, situada a 3.824 m del nivel del mar, donde está ubicado su estadio Guillermo Briceño Rosamedina, y que al verse obligado a jugar en Lima por disposición de la CONMEBOL con motivo de la pandemia mundial de COVID-19, sus posibilidades no fueron las mismas.
Sin embargo se vio desde el principio que era un partido sin equivalencias. River se plantó de entrada en el campo contrario y presionó como presiona siempre a los defensores rivales, obligándolos permanentemente a equivocarse y a perder la pelota. Binacional era un manojo de imprecisiones frente a un equipo serio como el de Gallardo.
Por eso no extrañó cuando a los 15´del primer tiempo, De la Cruz, con un zurdazo bajo al palo derecho del arquero Fernández, puso el 1 a 0 a favor del millonario. Ya se había perdido un par de situaciones y se notaba que para el equipo peruano lo que tenía enfrente era un jeroglífico absolutamente indecifrable.
Diez minutos más tarde, a los 25, fue Matías Suárez el que convirtió en una jugada confusa, donde la pelota que toma entrando por izquierda llega a desviarse en un rival, descolocando al arquero. Las constantes subidas de Montiel por derecha fueron incontrolables para la defensa de Binacional. El desarrollo parecía más un entrenamiento que un partido.
A los 36´, el tercer gol de River nace en zona defensiva donde recupera Pinola. Con toques de primera va derivando primero hacia Montiel en la derecha y luego al desborde de Angileri por izquierda para que Julián Álvarez ponga el 3 a 0. Una jugada que tuvo todo lo que pretende Gallardo de su equipo: precisión, velocidad y eficacia. Y la verdad que el primer tiempo podría haber terminado con más ventaja para River.
En el segundo nada cambió. River seguía dominante y manejaba el trámite del partido. Pero continuó perdiéndose goles, por lo que tuvo que esperar hasta el minuto 70 para que un nuevo desborde de Montiel encontrara bien parado dentro del área a Nacho Fernández y pusiera el 4 a 0. Premio para un jugador que nunca juega mal y es la rueda de auxilio que se muestra como posible receptor de pase en todo momento.
Un par de minutos después del gol de Fernández, Gallardo dispuso el ingreso de Lucas Pratto por Matías Suárez. El Oso volvía al banco después de mucho tiempo a raíz de su lesión y con el resultado abultado a su favor, Gallardo decidió darle rodaje, algo fundamental para recuperar a un jugador que le dio tantas alegrías a este equipo.
Y como suele suceder cuando se está en estado de gracia, las cosas le salieron bien a Pratto, para alegría de su técnico y compañeros. A los 84´, Lucas convirtió tras una jugada que parecía esos stands de feria que ofrecen tres tiros por cien pesos. El primero lo tapa el arquero, el segundo lo saca un defensor en la línea y el tercero, el de Pratto, va adentro del arco.
Hubo tiempo para uno más. En el cuarto minuto adicionado, desborda De la Cruz por izquierda, su centro rasante no es controlado bien por Carrascal y nuevamente Pratto la manda adentro con un zurdazo cruzado. Ahora sí, con el 6 a 0 definitivo se terminó el sufrimiento de Binacional, que sufrió el partido desde el minuto 0 frente a un River de otra categoría.
Como Liga Deportiva Universitaria de Quito venció a San Pablo de local por 4 a 2 y lidera el grupo D con 9 unidades, River debe conformarse con la segunda posición con 7, pero sacándole una diferencia de tres puntos a San Pablo respecto de una posible clasificación. Nada mal para un equipo que parece no haber sentido el parate de seis meses del fútbol argentino.