El club de Núñez anunció que, por el Coronavirus, no abrirá el club para que se juegue el partido con Atlético Tucumán.
River Plate decidió que, atendiendo a razones de fuerza mayor como la epidemia de Coronavirus, no se presenterá hoy por la noche a jugar su partido de la Copa de la Superliga frente a Atlético Tucumán en el Monumental, así como tampoco jugarán las divisiones inferiores sus respectivos encuentros.
Esto es un acto de rebeldía frente a la decisión de AFA y de la Superliga de que la primera fecha de la Copa de esta entidad se juegue íntegramente, aunque sin público debido a la pandemia que asola al mundo. De los dos órganos surgieron voces y comunicados anunciando sanciones ante la no presentación.
Todo se inició cuando por la mañana Gutiérrez, jugador de la reserva millonaria, presentó síntomas de fiebre. Rápidamente se lo sometió a estudios que arrojaron que no estaba contagiado de Coronavirus sino que padecía una faringitis. Ahí se empezó a gestar la decisión del club de cerrar sus instalaciones para cualquier actividad, incluso el partido de la primera.
¿Qué riesgo real de contagio hay durante un partido de fútbol? Según los especialistas, mínimo. Y en eso se basaron Superliga y AFA para no suspender la fecha. Los jugadores están al aire libre y, a pesar del contacto propio del juego, no es un ámbito de riesgo alto. Distinto para el público que está mucho más comprimido en la tribunas y plateas.
De todas maneras muchos jugadores de distintos equipos manifestaron estar en contra de que se juegue. Incluso Diego Maradona, luego de que su equipo Gimnasia y Esgrima empatara 0 a 0 con Banfield, se solidarizó con los jugadores de River y la negativa del club de Núñez a jugar. “Los banco a muerte…” declaró el 10 de todos los tiempos.
Atlético Tucumán no tuvo que salir del hotel para presentarse.
Hasta los jugadores de Atlético Tucumán, encabezados por su capitán Luchetti, se manifestaron en contra de jugar. Lo que no tuvieron en cuenta es que para este partido tuvieron que pasar por el aeropuerto de Tucumán y el Aeroparque, viniendo a alojarse en un hotel repleto de turistas europeos, todos lugares mucho más riesgosos que un campo de fútbol.
Rápidamente el presidente del club tucumano, Mario Leito, difundió un comunicado institucional en el que acata lo decidido por Superliga y confirma que el equipo se presentará a jugar. El árbitro del partido, Germán Delfino, concurrió con la comisión arbitral y la escribana Marisa Galarza al estadio Monumental y no se le permitió el ingreso.
La delegación tucumana no tuvo que abandonar el hotel, toda vez que fue informada por la terna arbitral que no podría ingresar. Solo la utilería de Atlético llegó al Monumental y se volvió sin desarmar nada de lo que llevaban. Los jugadores deberían haber planteado sus reparos antes de viajar, porque el riesgo estaba más en el traslado que en el partido en sí.
A partir de ahora habrá lugar para escuchar las voces a favor y en contra. River se plantó ante la AFA y la Superliga, que prometen sanciones. El reglamente habla de pérdida del partido, quita de tres puntos y multa de 2245 entradas generales. La relación entre las partes sabemos que no era buena, pero ahora sí se declaró la guerra. Una guerra inédita.