River mereció más que un 1 a 1 en el partido de ida frente a Athletico Paranaense.
En el partido de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores de América, River Plate empató 1 a 1 con Athlético Paranaense de visitante en el estadio Arena da Baixada de Curitiba con un gol conseguido sobre la hora por el chileno Paulo Díaz de cabeza.
Es comprensible el malestar post partido del técnico de River Marcelo Gallardo. Porque su equipo había merecido más que un agónico empate frente a Athlético Paranaense. Fue el dominador del juego y solamente falló en la última puntada, en el área rival, que es donde al fin y al cabo se ganan los partidos.
En el equipo local la noticia había sido las seis bajas que le produjo un contagio masivo de COVID-19 sufrido por el plantel, que se sumaron a los dos jugadores (Fernando Canesin y Geuvanio) que ya estaban diagnosticados y aislados desde la semana anterior.
Los dos arqueros principales, Santos y Jandrei, el lateral Abner, el defensor Zé Ivaldo, el volante Alvarado y el media punta y estrella del equipo Nikao, quedaron afuera de este partido, disminuyendo mucho el poderío del equipo brasileño y teniendo que alinear entre los titulares al tercer arquero, el joven Bento Matheus Krepski Neto de 21 años.
Durante el primer tiempo, River fue el absoluto dominador del encuentro. Presionando bien arriba y ahogando a su rival, no lo dejó en ningún momento armar su juego. Pero sin embargo, el equipo de Gallardo no tuvo precisión en los últimos metros y el riesgo no se transformaba en goles. Fallas en el último pase o en el remate de las jugadas le impidieron al equipo de Gallardo irse al descanso con una merecida ventaja.
Los ingresos de Walter y Guilherme Bissoli en Paranaense le dieron más fluidez futbolística y emparejaron las acciones. Fue así como a los 57´ Guilherme recibió en el borde del área un pase de Walter y con un tiro de rastrón no muy fuerte pero esquinado venció la estirada de Armani y puso el 1 a 0 para el local.
Ahí Gallardo saca a Nicolás de la Cruz, que no se tomó bien el cambio y tuvo un gesto de fastidio para con Matías Biscay, y puso en cancha a Carrascal, que le dio más desequilibrio individual. Así River prácticamente no dejó salir de su campo a Paranaense y las situaciones de goles se repitieron una y otra vez. Pero la pelota no entraba.
Sin embargo, tanta insistencia, tanto pelotear el área y el arco rival tuvo su premio y a los 90´, un tiro de esquina ejecutado por Julián Álvarez fue conectado con un muy buen cabezazo por el chileno Paulo Díaz para lograr el agónico pero más que justo empate. Y en los cinco minutos adicionados, River hasta lo pudo haber ganado.
Gallardo no se fue conforme porque cree que deberían haber ganado. Y tiene razón. Pero la definición, que será el próximo martes 1 de diciembre en cancha de Independiente donde River hace las veces de local, está abierta. Aunque por lo visto hoy en Brasil, el equipo argentino es muy superior en todas las líneas y no debería tener problemas para pasar a cuartos de final.
Athlético Paranaense: Bento; Erick, Pedro Henrique, Thiago Heleno y Joao da Silva Oliveira (75´Felipe Aguilar); Richard (79´Luis González) y Wellington; Satorno (66´E), Cittadini y Carlos Eduardo (46´Walter Henrique); Renato Kayzer (46´Guilherme Bissoli. DT: Paulo Autuori de Mello
River Plate: Armani; Gonzalo Montiel, Paulo Díaz, Pinola y Casco (74´Pratto); Santiago Sosa, Enzo Pérez y Nicolás De la Cruz (58´Carrascal); Ignacio Fernández; Borré (66´Julián Álvarez) y Matías Suárez. DT: Marcelo Gallardo.