Le ganó el partido de ida por los cuartos de final a Cerro Porteño 2 a 0, con dos goles de penal.

El Monumental estuvo repleto para ver lo que se esperaba fuera una fiesta. Y desde lo futbolístico, el equipo de Gallardo no defraudó. Jugó mejor que su rival, lo ahogó con esa presión en tres cuartos de cancha que sabe hacer tan bien y fue rápido para atacar. Tal vez no se floreó como otras veces, pero eso se debe a que Cerro Porteño es un rival duro, áspero y con las mañas de un viejo guerrero en estas lides de Libertadores.

Todo se le simplificó desde temprano, cuando a los 3´ el árbitro peruano Víctor Carrillo sancionó un penal a su favor a instancias del VAR por una falta de Larrivey contra De la Cruz. Viendo las repeticiones no se llega a distinguir claramente la falta, y la exagerada caída del uruguayo ayuda a la confusión. Esto poco le importó a Nacho Fernández, que con una ejecución fuerte y alta a la izquierda de Carrizo puso el 1 a 0 a favor del local.

El partido era un monólogo de River, pero le faltaba precisión en el último pase para aumentar la ventaja. De Cerro Porteño, nada. Se defendía con todos sus hombres, tratando de no meterse muy atrás. Pero jamás pudo sacar un contraataque peligroso. Sobre el final de la primera etapa, el árbitro amonesta a Enzo Pérez por una fuerte falta en el medio campo, y el volante se perderá el partido de vuelta en Asunción por acumulación de tarjetas.

En el segundo tiempo el partido siguió siendo del Millonario, pero no tan bien jugado como el primero. A lo mejor la ansiedad por aumentar la ventaja le jugó en contra. Como contrapartida, Cerro Porteño lucía más sólido en defensa y esa firmeza pareció poner nervioso a River. Larrivey le reclama al juez un codazo de Enzo Pérez que habría significado su expulsión. Haedo Valdez cabecea desviado la única aproximación de Cerro al arco riverplatense. El VAR anula un segundo gol de Fernández por mano de Suárez en la jugada previa. Y a los 20´Carrillo cobra el segundo penal a favor de River, tras consultar con el VAR una jugada en la que Palacios va en busca de un pase de Casco y llega antes que el arquero Carrizo, que a pesar de que intenta sacar las manos, lo alcanza a tocar. Borré transforma el penal en gol pateando fuerte a la derecha del ex River, que voló para el otro lado.

Con el 2 a 0, River no se conformó y buscó más. Salió De la Cruz y entró Pratto para intentar una victoria más abultada. Pero nada alteró el 2 a 0 y con ese resultado viajará el equipo argentino a Asunción a volver a enfrentarse al mismo rival en el partido de vuelta y definir la serie. Es una buena ventaja que, sumada a la experiencia de River en este tipo de competencias, lo convierte en el amplio favorito para pasar a semifinales. Y, aunque nadie quiera hablar aún de eso, está la gran posibilidad de volver a encontrarse con Boca.