La rumana venció 6-2 y 6-2 a Serena Williams, que sigue sin conseguir el récord de 24 títulos individuales de Grand Slam.

Todos queríamos ver si lo conseguía. Era la atracción de este tenis femenino actual tan poco atractivo, que extraña la época de Navratilova, Evert, Graff, Sabattini y Seles. Serena Williams persigue el record que ostenta la australiana Margaret Court, que entre las décadas del 60 y 70 ganó 24 títulos de Grand Slam individuales. Nadie, ni varón ni mujer, ganó tantos. Federer, por ejemplo, es el varón más ganador con 20. Serena tiene 23. Y está convencida que lo va a conseguir.

Pero enfrente estaba la rumana Simona Halep, ex número 1 del mundo de 27 años, ganadora de Roland Garrós 2018, su único titulo de Grand Slam hasta el momento. La pupila de Ion Tiriac no estaba dispuesta a ser la convidada de piedra.

Serena lució desconocida. Su última victoria fue en el Abierto de Australia 2017, ya estando embarazada. Después de su maternidad empezaron sus intentos por conseguir el número 24 y, cada vez que tuvo la posibilidad de lograrlo, se desdibujó en el momento crucial, como aquella final del U.S. Open 2018 que perdió con la japonesa Naomi Osaka entre gritos, discusiones y acusaciones de discriminación al umpire del partido. Parece increíble que, con su experiencia, la presión la doblegue. Pero, creer o reventar, las fuerzas parecen abandonarla en esos momentos.

Halep fue una topadora que aprovechó su parálisis desde el inicio y, en menos de 8 minutos se puso 3-0 arriba. Nunca le dio oportunidad de reaccionar y la despachó 6-2 y 6-2 en apenas … ¡56 minutos!

Wimbledon tiene nueva campeona. Por primera vez una rumana se alza con el título. El tenis femenino sigue transitando una época de poco brillo, sin figuras convocantes ni duelos de jugadoras o rivalidades que atraigan al público. Tal vez la última gran estrella sea Serena Williams, que para conseguir el récord que persigue deberá, en el momento oportuno, volver a ser parte de la tenista pura energía que alguna vez fue.