Luego de dos años de postergaciones, el próximo sábado 1° de octubre se actualizarán los impuestos a los combustibles y se trasladarían al precio final de las naftas y el gasoil.

La decisión del traslado del aumento a los combustibles dependerá de las empresas, que difícilmente puedan absorber ese costo. En la compañía YPF, la líder del mercado con más del 60% de participación, aun no confirmaron si aplicarán incrementos.

En algunas otras compañías del sector, aseguran que seguirán el aumento que determine la petrolera estatal.

A la fecha, se encuentran postergados los incrementos en los montos de impuestos correspondientes al primer, segundo, tercer y cuarto trimestre de 2021, y al primer, segundo y tercer trimestre de 2022, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.

La decisión oficial es que el próximo sábado se apliquen las actualizaciones correspondientes al primer y segundo trimestres de 2021.

“Tratándose de impuestos al consumo y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles”, se explicó en el último decreto de postergación. Y se justificó la decisión por la necesidad de “asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios”.

De acuerdo a las estimaciones del sector, el aumento de los impuestos impactaría en $4,20 por litro en naftas y $3,10 por litro en diesel. Y recuerdan que el precio por litro de la nafta súper en YPF aumentó un 45,5% en lo que va del año, frente a una inflación acumulada -hasta agosto- de 56,4 por ciento.

Al considerar que la inflación de septiembre podría rondar 6% en las previsiones más optimistas, la nafta habría aumentado casi 20 puntos menos.

Las ventas de combustibles muestran una tendencia decreciente en los últimos meses, según un informe sobre expendio de combustibles elaborado por la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha) que encendió las alarmas en el sector.

En el reporte mensual que realiza la entidad se mostró que la venta en los surtidores se redujo en los meses de mayo, junio y julio y se acumuló una caída del 4,2%.