Mondeléz Internacional, la marca que produce golosinas como Oreo, los chocolates Milka, los chicles Beldent y las galletitas Pepitos, entre otros productos reconocidos por el público, está llevando a cabo negociaciones para suspender por seis meses a 500 trabajadores de sus plantas de Tigre y San Fernando, a partir del primero de noviembre.

Según fuentes gremiales, la suspensión significaría que los empleados cobren el 90% de su sueldo básico pero que no accedan a premios por puntualidad y demás incentivos. “En el último período se vienen registrando una caída en el consumo y desaceleración en nuestras ventas, con la consecuente acumulación de stock de productos y reducción de la producción. En este contexto, se están evaluando medidas temporales en nuestras plantas para evitar medidas más extremas”, argumentan los referentes de Mondeléz, según este artículo. “La fábrica no puede descargar la crisis sobre los trabajadores. El gremio y la comisión interna rechazan las suspensiones”, polemizó Rodolfo Daer, titular del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación, y recordó que ni siquiera la crisis del 2001 generó este tipo de situaciones.

Mondelez no es la única empresa de alimentos que busca un ajuste dado el contexto económico: Unilever despidió a 120 empleados recientemente de una planta donde se producían salsas, mientras que Arcor hizo lo mismo con 42 trabajadores en San Luis.