Las mil sensaciones de Afterglow

Afterglow es una comedia dramática escrita por el norteamericano S. Asher Gelman, que se convirtió en uno de los grandes triunfos del Off-Broadway en Nueva York. Ahora engalana la cartelera porteña desde el teatro Buenos Aires (Rodríguez Peña 411) dirigido por Luis Porzio, con un elenco rotativo. Fernando Cuéllar, Laurentino Blanco, Axel Novoa, Federico Sorrentino, David Scansetti y Santiago García se presentan los viernes a las 20 y los sábados 22:30.

Afterglow

La trama nos sumerge en la intimidad de un matrimonio gay a punto de convertirse en padres, quienes llevan a cabo una relación abierta. En un determinado momento conocen a un masajista que parece ser circunstancial, y que termina cambiándolos para siempre. Afterglow habla de amor, de compañerismo, de relaciones humanas, y sobre todo del sexo. Si bien tiene escenas de desnudos explícitos por lo cual es para mayores de 18 años, a medida que va avanzando la historia comienzan a conectar con lo emotivo haciendo reflexionar a los espectadores.

Afterglow: un espectáculo disruptivo, provocador y emotivo

La puesta en escena es muy ágil y permite que la gente se profundice en cada una de las historias. Pasan de la sensualidad a la emoción en un segundo, sin olvidarse que desde el vamos, el motor principal de la historia es el amor. Desde la primera escena, la sala obtiene el climax ideal para contar una historia provocadora y disruptiva. En Afterglow no hay lugar para los tibios, y propone un erotismo artístico de calidad.

Afterglow: un espectáculo disruptivo, provocador y emotivo

Si bien la mayoría de su público es parte de la comunidad LGBTIQ+, durante el saludo final hacen hincapié a la importancia de que puedan verla tanto mujeres como hombres heterosexuales, porque la identificación con los personajes se dará en todos los casos. Un espectáculo necesario, que nos hace reflexionar sobre las nuevas formas de amar.