Lanzó ‘Crují’ que relata el trágico accidente que vivió junto a su madre.

Fabricio –Chio– Cagnin, el hijo de la legendaria Gilda, presentó ‘Crují’, el primer corte del disco que pronto saldrá a la luz. “Crují es un abrazo a mi historia, a mi mamá, a mi hermana, a mi abuela y a cada persona que enfrentó una pérdida. En este lanzamiento narra con crudeza y dulzura, como ha sido ver partir a su madre siendo apenas un niño de ocho años y estando presente en el trágico accidente”, cuenta Chio.

“Durante 26 años, lloré y hasta ignoré cada 7 de septiembre. Hoy por primera vez, lo celebro. El dolor nunca se va, pero se puede integrar como parte de la vida y ser feliz, hoy soy muy feliz. Espero que disfruten de mi obra tanto como yo.”

Chio al cumplir ocho años su vida cambió para siempre y en silencio transitó un camino de supervivencia, permitiéndose de a poco encontrarse con el dolor irreparable de la pérdida. Sus composiciones le permitieron expresar y liberar cada uno de los sentimientos encontrados. Fue la música lo que le quitó todo, y lo que paradójicamente, lo ayudó a sanar y seguir adelante. Hoy se anima a dar el paso y compartir por primera vez sus sentimientos y su historia de vida.

El hijo de Gilda presentó su primer corte musical

Este disco es una recopilación de un proceso de sanación y superación, de principio a fin. Desde la selección de sus temas, el nombre, la locación del video lanzamiento, el concepto e incluso la fecha de estreno. ‘Crují’ es la primera composición que presenta Chio, bajo la producción de Rafael Varela y grabado en los estudios El Parral.

El hijo de Gilda presentó su primer corte musical

Chio al principio no quería lanzar su primera canción en esta fecha, tan emotiva como dolorosa para él. Hace un año tenía los mismos planes pero las prioridades cambiaron y tuvo que ocuparse de la salud de su papá. Todo quedó suspendido y al retomar el trabajo, los tiempos, la vida y el universo volvieron a llevarlo a la fecha de la que él renegaba.

Así fue como Chio entendió que no era casualidad, que todo demostraba tener un porqué y que era el momento de darle un nuevo significado a este día. Convertir el dolor en vida. Transformar la despedida en un nuevo comienzo. Resignificar aquel 7 de septiembre en el que la vida se le destruyó en mil pedazos perdiendo a su madre, su hermana y su abuela.