Te contamos la primera denuncia formal de un menor de edad y su familia que fue tratado en la clínica del Dr. Mühlberger por obesidad

Luego de la detención del Dr. Rubén Mühlberger y la clausura de
su centro de estética, ubicado en Arenales al 1300, los testimonios en
su contra se multiplican, y van apareciendo personas que se animan a
hablar y dar su expresión o contar su experiencia.

Tal es el caso de un niño que hoy tiene 12 años, pero que a sus 9 años
de edad y siendo tan solo un niño, de la mano de su papá, quien
consideraba que su hijo estaba excedido de peso, paso por la clínica
del Dr. Mühlberger
. El viernes 15 mientras los Noticieros y todos los programas existentes trataban el tema, un niño en la cuarentena de su hogar, le dice a su mamá: “Mamá ese es el doctor que yo vi y a esa clínica es donde papá me llevó”

Los Hechos que nos llegan en exclusiva
En 2017 un padre, durante el periodo que le correspondía estar con
el menor por vacaciones, decide llevar a su hijo a la clínica del Dr.
Mühlberger porque consideraba que se encontraba con sobrepeso.
Por razones obvias, se trata de un menor de edad, vamos a evitar
mencionar su nombre y en su lugar se refiere su abogada, la Dra.
Paula Ojeda (t116 f 271 cpacf)

La Letrada, cuenta que la madre le manifestó que al niño le dieron un combo de pastillas, quemadores de grasa, unos polvos “mágicos”
para perder el apetito, una dieta escalofriante y le aplicaron inyecciones, sin conocer ella si se le relanzaron análisis previos. El menor regresó al domicilio de su madre con 8 frascos de medicamentos y polvos para tratar el sobrepeso.

Manifestando el padre que deberá seguir el tratamiento con la aplicación de
hormonas de crecimiento. La madre muy preocupada en ese entonces
por la cantidad de medicamentos y un tratamiento con hormonas, con que su hijo había vuelto al hogar, lo cual no es sano para ningún niño tomar tanta medicación solo para bajar unos kilos, decidió hacer una consulta con un endocrinólogo infantil para saber si lo que le habían recetado era correcto. Y para tener una segunda opinión médica.

El endocrinólogo especializado en niños, según relato de su abogada,
le indico a la madre del niño, que su hijo no necesitaba ningún tipo de medicación, y menos hormonas de crecimiento. La mamá en ese entonces, tiró los medicamentos del Dr. Mühlbeger y ahí quedó la historia. Hasta el viernes 15 en que el niño lo reconoció en la televisión y así le indico a su madre que fue el doctor que lo había atendido.

El mismo viernes, esta madre más preocupada que antes, se comunicó con su abogada, y tomo la decisión de iniciar acciones legales para averiguar que le dieron en ese momento a su hijo mediante la investigación de la historia Clínica del niño que debería estar y constar en la clínica. La denuncia fue presentada el mismo viernes a última hora, solicitado el secuestro de la historia clínica, para poder identificar qué medicación y hormonas se le suministró al niño, y luego poder avanzar con la investigación.


Basándose en los art. 204, 208 y 247 que indican:
Art. 204: Será reprimido con prisión de SEIS (6) meses a TRES (3) años
el que estando autorizado para la venta de sustancias medicinales,
las suministrare en especie, calidad o cantidad no correspondiente a
la receta médica, o diversa de la declarada o convenida, o
excediendo las reglamentaciones para el reemplazo de sustancias
medicinales, o sin la presentación y archivo de la receta de aquellos
productos que, según las reglamentaciones vigentes, no pueden ser
comercializados sin ese requisito.

Art. 208: 1º El que, sin título ni autorización para el ejercicio de un
arte de curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare,
prescribiere, administrare o aplicare habitualmente medicamentos,
aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al
tratamiento de las enfermedades de las personas, aun a título
gratuito;

Art. 247: Será reprimido con prisión de quince días a un año el que
ejerciere actos propios de una profesión para la que se requiere una
habilitación especial, sin poseer el título o la autorización
correspondiente.