La tradición de tomar grandes películas y reversionarlas en clave porno es un gesto tan viejo como esta industria. Y La casa de Papel, el éxito mundial de Netflix, no quedó atrás.

Esta serie ahora tiene una versión en Brasil llamada La casa de Raquel, aunque con un argumento algo menos complicado: un grupo de atracadores entra en una casa, la de Raquel, para robar un pendrive. Entran con monos rojos y caretas de Dalí como las de la serie original y a partir de ahí hagan lo que hagan todo les lleva a mantener relaciones sexuales. La magia de los atracos cuando asaltantes y víctimas están abiertos a vivir experiencias nuevas. Fue la productora brasileña Hard Brazil la que adaptó la serie, con un éxito similar a la original, pues tiene millones de reproducciones en plataformas pornográficas, seguramente por el intríngulis de sus tramas.