Así es “Una terapia integral”

Sin duda alguna “Una terapia integral” será una de las obras del año. El eximio texto de Marc Angelet y Cristina Clemente cuenta con la atinada dirección de Nelson Valente y le da vida con cuatro de los mejores actores nacionales que tenemos: Juan Leyrado, Carola Reyna, Paola Krum y Carlos Belloso. Cada uno de ellos hace un trabajo excepcional, mostrando distintas facetas a lo largo de la hora y media de función.

Una terapia integral

Ya desde el inicio impacta la escenografía soñada de Jorge Ferrari. Tanto la puesta en escena como el juego de luces son excelentes, y si bien es una auténtica comedia, hay grandes momentos emotivos que dejarán más de un mensaje. La trama gira en torno a un panadero experimentado, que lleva más de diez años impartiendo cursos para enseñar a hacer pan. Hay pocos cupos para anotarse y los alumnos que se inscriben saben que sus cursos son únicos.

Para el espectador, es hasta catártico ver a los actores amasar pan en vivo, para ellos seguramente, otro desafío. El método del personaje que encarna Leyrado parte de una simple y curiosa premisa: “Para hacer un buen pan, no hace falta la mejor harina o la levadura más fresca, para hacer un buen pan solo es necesario estar bien con uno mismo”. Con un sistema de aprendizaje heterodoxo, los alumnos no solo amasan o controlan la temperatura del horno: se confiesan, lloran, ríen, gritan y se liberan.

Una terapia integral: un lujo teatral en plena Calle Corrientes

La sala del teatro Metropolitan se convierte por momentos en una sesión de terapia, por otro momento en un juego de niños personificados por adultos, y por otro momento en lo que debería ser: un curso para aprender a hacer pan. “Una terapia integral” no solo engalana la cartelera porteña con su presencia, sino que además revaloriza el trabajo de cuatro artistas consagrados. Un lindo mimo al alma que ayudará a conectar con distintas emociones.

Una terapia integral: un lujo teatral en plena Calle Corrientes