El noruego conquistó su primer título ATP tras derrotar en la final al portugués Pedro Sousa. El ganador recibió el trofeo de manos de una gloria del tenis: Gabriela Sabatini.

Imposible imaginar, años atrás, que un tenista noruego y otro portugués iban a definir el Argentina Open, como finalmente se dio en la 20° edición consecutiva del añejo certamen, que volvió al calendario internacional allá por el año 2001. El Court Guillermo Vilas del BALTC fue testigo presencial de la claridad con que Casper Ruud, nacido en Noruega hace 21 años, venció en el encuentro decisivo a Pedro Sousa, de 31 años de edad y oriundo de Portugal, por 6/1 y 6/4, en una hora y 10 minutos de juego.

El nórdico levantó su primer título ATP, en la primera final disputada por ambos finalistas en el máximo nivel del circuito tenístico. El director general del Argentina Open, el eficiente Martín Jaite, convocó a la enorme Gabriela Sabatini (un lujo) para entregarle la copa al flamante campeón, hijo del ex tenista Christian Ruud, quien compitió profesionalmente en la década del 90’ y principios de este siglo. Casper jugó un tenis sólido y contundente en la final, similar al demostrado en la semana en el BALTC, aplastando en el primer parcial al lusitano y manteniéndose firme en el segundo set, cuando su adversario le planteó mayores dificultades.

 El noruego ascenderá al 34° lugar del ranking ATP (su mejor ubicación), con proyección de seguir creciendo, no solo escalando posiciones sino en todos los aspectos del juego. Su tenis es muy rápido y ofensivo, con potentes golpes desde la base y con predisposición a definir en la red, propio de las nuevas camadas que conforman la Next Gen. Buen saque y excelente defensa completan el ADN de este jugador, llamado a pelear los puestos de arriba por sus muy buenas condiciones.

 Además, Ruud se ganó al público local, puesto que tuvo un gesto muy ponderado por todos en su semifinal frente al argentino Juan Ignacio Londero, cuando reaccionó con celeridad desde su lugar en la cancha arrojando botellas de agua mineral para que asistan a una persona que se había desmayado en una de las tribunas del BALTC, lo que provocó el aplauso y el reconocimiento de los espectadores.

Pedro Sousa (no es pariente de Joao, asiduo visitante del ATP porteño) venía arrastrando una lesión en el sóleo de la pierna izquierda, y como es vox populi, ingresó al main draw del Argentina Open como lucky loser. Manifestó en conferencia de prensa que se sintió bien físicamente y que no pensó en ningún momento retirarse del cotejo, reconociendo la superioridad de Ruud. Declaró que jugó el mejor tenis de su vida y valoró el respaldo de los espectadores argentinos, que lo alentaron en la final del torneo.

El título de dobles quedó para el binomio compuesto por el argentino Horacio Zeballos y el español Marcel Granollers, quienes se impusieron a la dupla argentina integrada por Juan Ignacio Londero y Guillermo Durán por 6/4 5/7 y 18/16, en un súper tie break apasionante, que pudo caer para cualquiera de las dos parejas. Finalmente festejaron el marplatense y el catalán, quienes están decididos a jugar juntos durante el 2020, con el objetivo de lograr más cosas y crecer como equipo.

Saldo positivo para el Argentina Open 2020, que sufrió bajas importantes durante la semana previa al inicio de la competencia, como las del austríaco Dominic Thiem y del italiano Matteo Berrettini, habitantes del top ten del escalafón mundial. Se vieron partidos muy interesantes y algunos muy peleados, como los duelos Guido Pella/Facundo Bagnis y Diego Schwartzman/Pablo Cuevas, que mantuvieron en vilo a todos los asistentes.