A un año del accidente que desembocó en el estado vegetativo del popular cantante

Los ojos de Sergio Denis están abiertos en la habitación donde el popular cantante cumplió el 11 de marzo pasado, un año desde aquella noche en la que dramáticamente cayó del escenario del Teatro Mercedes Sosa, en San Miguel de Tucumán. Su mirada quieta se fuga a través del cielorraso del techo, sin que se oiga algo. Porque Héctor Omar Hoffman, porque así se llama realmente el cantautor, solo escucha la música del silencio. La misma que en esa Clínica supo transitar durante 4 años de internación, el fallecido intérprete musical Gustavo Ceratti, en un diagnóstico muy similar al de Sergio.

El lunes 16 de marzo, Sergio cumplió 71 años de edad sin que alguien de su círculo más íntimo, o personal vinculado al teatro donde ocurrió el tremendo incidente, pueda explicar lo que realmente ocurrió con Denis y cuáles fueron las verdaderas razones de la caída de 3 metros de altura de la que nunca volvió.

La actualidad

Sergio vive como un vegetal, sin otros síntomas vitales que no se manifiesten por su respiración y la sonda que lo alimenta y mantiene conectado a la vida en la Clínica de Rehabilitación Integral ALCLA, en Núñez.

El es atendido diariamente por las enfermeras del centro de salud que lo bañan, asean, cambian y perfuman desde su admiración, mientras guardan sus discos y cantan sus canciones desde su simple sentimiento. Pocas personas lo visitan, cada vez más esporádicas son sus visitas mientras Sergio Denis sigue por la vida en silencio y sin sonidos.

No hay responsables en todo lo que le pasó, tampoco se sabe por qué ocurrió y solo queda la triste realidad de un hombre reposando en su cama de internación con los ojos mirando vaya a saber qué horizonte, mientras la música del silencio sigue siendo la constante de una historia con muchos interrogantes y pocas respuestas.

En algún momento, él mismo cantó: “¡Dame luz!”, y nunca mejor aplicado ese clamor musical que en este duro momento del gigante de Coronel Suárez.