Como es tradición, la semana entrante se enviarán las invitaciones a los presidentes de la región para que asistan a la ceremonia de traspaso de mando en Argentina, el 10 de diciembre. Sin embargo, la situación en Bolivia plantea roces y tensiones, en tanto Jeanine Añez, la autoproclamada presidenta del país vecino, presiona para asistir a este momento y ganar, de esta forma, mayor reconocimiento formal.

Por el momento, el gobierno de Mauricio Macri se mostró de forma ambigua con respecto a su figura ya que, como explica este artículo del diario Perfi, su gobierno no catalogó a la coyuntura boliviana como un Golpe de Estado pero, a su vez, tampoco reconoció oficialmente a la mandataria, como sí hicieron países como “Estados Unidos, Colombia, Brasil y el Reino Unido, y Rusia”. De esta forma, Jañez instó a Macri a que “sea más claro”.

“Si bien no compartimos ideología con Alberto Fernández, tenemos mucha relación con Argentina. Son nuestros clientes en la compra de gas, como lo es Brasil. Los negocios deben estar al margen de la ideología política. Ambos países nos necesitamos”, dijo Jañez ayer en una entrevista con Infobae. Por otro lado, Fernández habría deslizado que le gustaría que Evo esté presente en la ceremonia del diez de diciembre.