En la ciudad de Nueva York la vacuna es obligatoria tras un decreto en octubre. Otros 13.000 individuos podrían seguir el mismo camino
Por no querer vacunarse contra el coronavirus, alrededor de 3.000 empleados de la ciudad de Nueva York serán despedidos en los próximos días si persisten en su rechazo, informaron fuentes oficiales.
Entre las personas que perderían sus trabajos se encuentran funcionarios, policías, bomberos, personal sanitario y profesores, aunque se trata de menos del 1% de la fuerza laboral de la mencionada ciudad, integrada por 370.000 funcionarios.
En Nueva York, la obligatoriedad de la vacuna fue decretada en octubre pasado por el entonces alcalde Bill de Blasio y ratificada por su sucesor, Eric Adams, que además avisó que el 11 de febrero sería el último día laboral para los funcionarios no inoculados.
“Tienes que vacunarte. Si no cumples las normas, estás tomando esa decisión“, dijo ayer Adams en una conferencia de prensa, en la que sostuvo que “todo el mundo lo ha entendido”. El político, que lleva poco más de un mes en el cargo, agregó que los empleados no están siendo despedidos, sino que “dejan” sus trabajos”.
El número de despidos podría aumentar, según la agencia de noticias AFP, porque al menos 13.044 personas alegaron razones religiosas y médicas para no vacunarse, y de ese número un poco más de los pedidos fueron procesados. Cerca de 2.000 fueron aprobados y casi 5.000 denegados, según medios locales que citan fuentes de la Municipalidad.
Esta medida se dará en medio del creciente descontento en el país por las restricciones para luchar contra la pandemia, que empujó a varios estados a levantar la obligatoriedad del uso de barbijos en interiores.
Sin duda la ciudad de Nueva York fue una de las más golpeadas por el coronavirus, ya que al menos 38.000 personas murieron en la metrópolis de casi 9 millones de habitantes. Ante eso, se decretó la vacunación obligatoria para todos los funcionarios desde el 1 de noviembre pasado y a partir del 27 de diciembre amplió ese requisito para los trabajadores de las 184.000 empresas del sector privado y para los mayores de 12 años que quisieran entrar a lugares públicos como restaurantes y teatros o cines.
En otros lugares como San Francisco, el estado de Washington y Massachussets, centenares de trabajadores perdieron sus empleos por negarse a vacunarse.