Las redes sociales se ponen bajo la lupa para los extranjeros que quieran ingresar al país del norte tanto como visitantes o en calidad de inmigrantes con beneficios. En un reciente comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional informó que se exigirá a los posibles ingresantes que den cuenta de sus perfiles en sus redes sociales y de su actividad digital en los últimos cinco años para estimar si representan ” un riesgo para la aplicación de la ley o la seguridad nacional de Estados Unidos”.

Este anuncio llega en medio de una polémica que conmocionó a Estados Unidos: el caso de Ismail Ajjawi, el joven palestino de 17 años al que se le negó la entrada al país para estudiar en Harvard luego de que agentes fronterizos del aeropuerto de Boston, tras interrogarlo durante horas, determinaron que era peligroso por posteos que subían sus amigos a las redes sociales. El caso tomó visibilidad pública y, el 3 de septiembre, se anunció que el estudiante podría empezar las clases.

Esta medida, que ya entraría completamente en vigor en 2020, no está exenta de polémica. “Obstaculizará inevitablemente la libertad de expresión”, sugiere en esta nota de CNN Hugh Handeyside, abogado principal del Proyecto de Seguridad Nacional de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), “porque las personas se autocensuran cuando saben que el Gobierno está observando”. “No hay forma de que el DHS pueda hacer esto sin también revisar el discurso en línea de los ciudadanos estadounidenses”, agregó.