El sonido del álbum es ecléctico, por momentos nostálgico, yendo desde el pop al trap, pasando por el reggaetón, el house, la cumbia, el rock industrial y la experimentación electrónica. Sin perder coherencia ni cohesión, cada giro musical continúa ampliando un sólido universo sonoro. Además de las conocidas temáticas del flexing y las visiones del éxito, siempre abordadas con ironía, por primera vez Dillom presenta en profundidad su costado introspectivo que hasta ahora solamente había sugerido, contando de su historia, su familia, su vida amorosa y sus dilemas existenciales.
Por la complejidad y variedad de las temáticas y de la producción (a cargo de Evar, Lamadrid y Fermin), Post Mortem no solo representa una maduración para Dillom sino también para la escena urbana argentina, el crossover definitivo al universo del pop y la experimentación musical.
A diferencia de la mayor parte de la escena, Dillom decide contar con solo 3 featurings en todo el disco: L’Gante, Muerejoven y Saramalacara, y una participación especial de Mario Pergolini como narrador en uno de los interludios, haciendo una apuesta profundamente personal y única en su categoría.