
El escándalo por la visita de los diputados libertarios a los represores que están detenidos en el penal de Ezeiza no termina. Es que una de las legisladores aseguró que fue llevada por engaño y sumó un nuevo capítulo a esta historia que generó un fuerte rechazo.
¿De quién se trata? De la diputada Rocío Bonacci, quien se reunió en Ezeiza con Alfredo Astiz y otros militares condenados por delitos de lesa humanidad.
La visita que hicieron seis diputados nacionales libertarios a represores en la cárcel de Ezeiza el jueves de la semana pasada desató un fuerte malestar en la bancada oficialista.
La comitiva estuvo conformada por María Fernanda Araujo, Lourdes Arrieta, Rocío Bonacci, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra y Beltrán Benedit. Fueron en un vehículo oficial de la Cámara de Diputados para saludar a los represores Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo y Raúl Guglielminetti, condenados, todos ellos, por delitos de lesa humanidad.
Tras conocerse la noticia llegaron los cuestionamientos . Algunos de los protagonistas de la expedición a Ezeiza aducen que el verdadero motivo detrás del viaje permaneció oculto hasta la llegada al penal. “Ya no se puede confiar en esta gente”, señaló al diario La Nación Bonacci, indignada con su visita, y apuntando los cañones contra Benedit, el impulsor de la visita “humanitaria” al Complejo Penitencial Federal I.
“Nunca dijo [Benedit] que íbamos a visitar represores. La invitación era para otra cosa”, se excusó. Según la diputada, el viaje a Ezeiza fue presentado por Benedit como una visita para “tomar contacto directo con el sistema penitenciario federal”.
Por su parte, Benedit, explicó: “Fuimos a ver a excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”.