
Su aspecto vibrante, las metáforas que propone y emociones que genera, son situaciones muy cercanas a la idea integral que esconde varios pasajes oníricos.
No por casualidad, la canción que lleva el nombre de la banda resulta ser la conductora de todo: “Este tema me mostró cual debía ser el camino y comencé a juntar composiciones que armaran un mundo sonoro, estético y lírico. Cuando pude percibir las texturas que se generaban, tenía prácticamente un disco de rock alternativo”, destaca el vocalista y guitarrista principal.
El concepto final logra su identidad durante la grabación en dos espacios que resultan clave: por un lado, el Home Studio de Alan Leonel; y por otro, Inti Studios. De esta manera, no solo hacen foco en las guitarras, sino que incluyen teclado, sintetizadores, batería acústica y efectos especiales que replican a la perfección lo que buscan transmitir.